Hoy es un día de connotaciones más bien siniestras. Unos dos meses antes de esa fecha, el 26 de enero de 1939, las tropas de Franco habían entrado en Barcelona.
Nos recuerda aquellos días horribles Arturo Pérez Reverte en su estupendo libro La Guerra Civil contada a los jóvenes (ilustrado por Fernando Vicente):
«La fuga, ante el miedo justificado a las represalias franquistas, fue terrible para los vencidos. Bajo la lluvia y la nieve, ateridos de frío, largas colas de fugitivos con mujeres, niños y ancianos intentaron ponerse a salvo en Francia.[...] Muchos fugitivos perecieron por el camino, y otros, como el poeta Antonio Machado, que huía con su madre anciana, enfermaron y murieron apenas cruzados los Pirineos. Las autoridades francesas trataron a los refugiados con mucha dureza, infligiéndoles toda clase de humillaciones y recluyéndolos en campos de concentración en condiciones miserables».
El 28 de marzo entraron en Madrid, el 29 de en Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Jaén, Almería y Murcia; el 30 de marzo en Valencia y Alicante, y el 31 de marzo en la ciudad de Cartagena.
El 1 de abril de 1939 se acababa la guerra, con el parte firmado en Burgos, pero como señala Arturo Pérez Reverte:
Página 114 del libro de Arturo Pérez Reverte La guerra civil contada a los jóvenes (ilustración de Fernando Vicente) |
Todo horroroso.
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