
Nos recuerda aquellos días horribles Arturo Pérez Reverte en su estupendo libro La Guerra Civil contada a los jóvenes (ilustrado por Fernando Vicente):
«La fuga, ante el miedo justificado a las represalias franquistas, fue terrible para los vencidos. Bajo la lluvia y la nieve, ateridos de frío, largas colas de fugitivos con mujeres, niños y ancianos intentaron ponerse a salvo en Francia.[...] Muchos fugitivos perecieron por el camino, y otros, como el poeta Antonio Machado, que huía con su madre anciana, enfermaron y murieron apenas cruzados los Pirineos. Las autoridades francesas trataron a los refugiados con mucha dureza, infligiéndoles toda clase de humillaciones y recluyéndolos en campos de concentración en condiciones miserables».
El 28 de marzo entraron en Madrid, el 29 de en Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Jaén, Almería y Murcia; el 30 de marzo en Valencia y Alicante, y el 31 de marzo en la ciudad de Cartagena.
El 1 de abril de 1939 se acababa la guerra, con el parte firmado en Burgos, pero como señala Arturo Pérez Reverte:
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Página 114 del libro de Arturo Pérez Reverte La guerra civil contada a los jóvenes (ilustración de Fernando Vicente) |
Todo horroroso.
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