Nos lo cuenta José Luis Barbería en EL PAÍS de hoy:
El árbol de Guernica |
No se aprecian diferencias significativas en la composición de las candidaturas del nacionalismo moderado y el radical”, constata Montero. Igual de significativa resulta la prevalencia que se da a los apellidos de raíz eusquérica en la selección de los cargos, no forzosamente militantes o simpatizantes del partido, a los que se encomienda la gestión de la Administración autonómica. “El peso de los apellidos en sus organizaciones es altísimo, mucho mayor que el que tienen en la sociedad vasca.[...] El discurso público lo oculta, niega o difumina. Los grupos nacionalistas hablan de identidad cultural, no de etnicidad y, sin embargo, esta resulta fundamental en la concepción del nacionalismo”, sostiene Montero. A su juicio, el “peculiar etnicismo de los apellidos” sobrevalora una parte de la sociedad y relega a otra y es la prueba de que el nacionalismo no ha integrado a la población sin apellidos vascos de forma estadísticamente normalizada. “Reclamar una identidad étnica como base para la organización política conlleva la negación del principio político de ciudadanía por igual para todos los habitantes del territorio”, sostiene Montero.
Sólo faltaría.
ResponderEliminar¿Dónde se ha visto que los nativos vivan peor que los nouvinguts, en colonias?
Espía en la Generalitat
Pues no te digo si tendría seguidores una persona que conozco, que, por cierto, pasa bastante de todo esto, con 16 apellidos vascos auténticos o de raíz eusquérica. Se lo comunicó un primo suyo que se entretuvo en hacer las averiguaciones, al que, al parecer, no le daba tan igual. MJ
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