El incansable Pablo Planas (homónimo de la conocida marca de fregonas "Planas"), ejerciendo de espía en la Generalitat, nos comenta la actualidad más rabiosa en los corrillos de esa centenaria institución y del partido que regenerará rei Artur:
«El peinado de Carles Puigdemont continúa causando estupor incluso entre sus correligionarios. El nuevo presidente de la Generalitat sufrió un accidente de tráfico en sus años mozos del que tardó varios meses en recuperarse. Le dejó secuelas en forma de cicatrices, una de ellas muy abrupta en un parietal, lo que explica, según su entorno, las características del tocado de Puigdemont.
Sea como fuere, su aspecto indumentario, un punto descuidado, y la disposición del cabello han originado un mote o alias en el seno de Convergencia del que difícilmente podrá desprenderse el exalcalde de Gerona. Le llaman el motxo, que es la traducción literal al catalán de la fregona. Así se pudo comprobar durante la entrega de premios del cine catalán, los Gaudí, de la semana pasada.
Un grupo de dirigentes e históricos del partido de Mas y Puigdemont montó un corrillo en el que también participaban personas ajenas a la formación nacionalista. Uno de los más destacados convergentes de ese círculo, exalcalde por más señas, se refirió en un par de ocasiones a Puigdemont como el motxo y aclaró, entre las risas de los presentes, que es así como llaman para abreviar al presidente de carambola de la Generalitat.
El apelativo ha cobrado volumen, textura y vigor, de tal manera que ya ha traspasado las lindes del partido para extenderse por la Generalitat y los ambientes políticos catalanes». [...]
Gran Uribe, usted fue pionero en esto, suya fue la idea y podría haberla patentado y ahora tendría su copyright. El peinado es tan exagerado que igual lleva peluca. Una peluca-mocho. MJ
ResponderEliminarPues sí, aquí no estuvo usted muy avispado. Incluso podría haberse ofrecido a Suministros Planas para hacer publicidad a costa del tocado del nostre Honorable President, que, por cierto, me recuerda algo a los cascos que llevan los guardias del palacio de Buckingham.
ResponderEliminarDesconocía la existencia de esa fábrica y mucho más que estuviera en Hostalets de Balenya. Desde luego, difiero profundamente en lo de "pueblo con encanto", por muy buenos momentos que haya podido pasar usted en ese lugar en los veranos de su niñez-adolescencia. Yo no lo publicitaría así, no sea que lleve a engaño a algún pardillo.
El Tapir