Montaje de ARCU Collage |
2.m. Título de dignidad de la casa real de Aragón, semejante al de camarero en Castilla.
Quien dice casa real de Aragón dice Casa Real de Cataluña.
Y aquí tienen a Raül Romeva con un uniforme de gala que realza majestuosamente la dignidad del cargo y el aspecto avispado de su titular. No son solo apariencias. Hace unos años, cuando era europarlamentario, tuvo dos iniciativas memorables: la primera fue pedir a la Comisión Europea, en compañía de Tremosa, que condenase el pisotón del madridista Pepe a Messi. La segunda, denunciar con contundencia el vuelo a poca altura de aviones F-18 sobre Barcelona, ya que, con ello, se pretendía atemorizar a los sufridos catalanes.
Ahora, ya de consejero de Asuntos Exteriores, ha enviado una carta al presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, quien se había permitido recordarle anteriormente: «Soy presidente de una institución europea y respeto profundamente los textos constitucionales de los Estados; estos asuntos no se tratan en el Parlamento Europeo ni en Bruselas».
—La Unión Europa se basa en la legalidad, sí. Pero también en la democracia. Cuando un Estado se pone en contra de la democracia y de la gente, ese Estado es un problema— le ha respondido con contundencia Romeva en su escrito.
En esa carta y en otras por el estilo, el "alto cargo" se presenta como Catalonian Minister of Foreign Affairs, una denominación que ha generado algunas suspicacias en PP y Ciutadans. El propio Romeva, que ve ese uniforme y ese título un poco desproporcionados con respecto a sus posibles atribuciones, se lamentaba hace pocos días en una entrevista en TV-3, "la nostra": "La Constitución reconoce una serie de competencias exclusivas a los Estados, como firmar tratados internacionales. Y es evidente que no somos un Estado, no podemos hacer las cosas que hacen los Estados".
Como se sabe, el Tribunal Constitucional ha suspendido de manera cautelar la actividad política de su Consejería. El honorable Puigdemont ha comentado el asunto parafraseando a un intelectual de nivel, como es el tontucio Gerard Piqué, cuando agradecía la actuación de un tal Kevin Roldán en el "cumple" de Cristiano Ronaldo como inicio de la caída del Madrit el año pasado.
—Contigo empezó todo, Tribunal Constitucional—, ha dicho Puigdemont con altanería, refiriéndose al comienzo del prusés.
El TC estima que la Generalitat carece de competencias. Debió empezar por decir que el propio president es incompetente, ya que tiene menos estudios y titulación que el bedel que le abre la puerta de su despacho cada mañana.
—Virgen Santa, pero, ¿de dónde los sacan? —acaba exclamando horrorizado Santiago González en su blog.
Este asunto del pisotón a Messi y la ridícula pretensión de Romeva de darle repercusión internacional, no hacen sino ratificarme en mi vieja idea de que la obsesión nacionalista sobre su "visibilidad" en el mundo mundial tiene algo de freudiano. Sobre todo si se compara con la indiferencia que muestran ante lo que piense su "vecino del segundo tercera". Al decir esto estoy pensando en el caso que han hecho a lo que piense el 52% de los catalanes respecto a su pretensión secesionista...
ResponderEliminarPero el molt Honorable President está convencido de que en las próximas elecciones dentro de, ahora ya, 17 meses el porcentaje será diferente. A ver si ese 52% crecerá y será aún más alto.
EliminarCreo que ya me he acostumbrado tanto a las gilipolleces que se hacen en este ámbito (soberanisme, parlament de Catalunya, estructures d'estat, secesionisme), que ya doy por hecho que van a llegar una detrás de otra. Me pregunto siempre "¿cuál será la próxima?". No falla, la siguiente más gorda que la anterior. Por ejemplo, Puigdemont más necio que Mas. Forcadell más simple que Núria de Gispert . MJ
ResponderEliminarY así suma y sigue... Ya no sé cabrearme o cerrar ojos y oídos ante tanta estulticia. Veremos. Según me coja el cuerpo, supongo.
ResponderEliminarEste asunto del pisotón a Messi y la ridícula pretensión de Romeva de darle repercusión internacional, no hacen sino ratificarme en mi vieja idea de que la obsesión nacionalista sobre su "visibilidad" en el mundo mundial tiene algo de freudiano. Sobre todo si se compara con la indiferencia que muestran ante lo que piense su "vecino del segundo tercera". Al decir esto estoy pensando en el caso que han hecho a lo que piense el 52% de los catalanes respecto a su pretensión secesionista...
ResponderEliminarEl Tapir