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El pino—roble de Canicosa de la Sierra |
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Los troncos del roble y el pino |
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En una envejecida dehesa de roble y con vistas a Canicosa de la Sierra, un pueblo de la provincia de Burgos situado al norte de San Leonardo de Yagüe y del cañón del río Lobos, nos encontramos este insólito modelo de convivencia. En una oquedad del roble (que ahora tiene unos 250 años) cuenta la leyenda que una ardilla llevó restos de una piña a la oquedad del maduro roble, dejándola allí olvidada. La semilla acabó germinando y las raíces del pino se abrieron camino a través del tronco del roble hasta llegar al subsuelo, todo ello sin dañar la corteza viva del “benefactor”. Sin embargo, con el paso del tiempo el tronco del roble ha acabado reventado, mientras el pino (130 años) sigue pujando desde su interior por crecer y hacerse más grande y más fuerte. Aún así, en otoño resulta espectacular el contraste entre las rojizas hojas caducas del roble y las perennes del pino.
Ahora es candidato a ser elegido Árbol Europeo 2016. De conseguirlo, en el pueblo esperan que vengan aficionados y domingueros a verlo y, con ello, crearse una pequeña fuente de ingresos. Esperemos que, si ganan, no se dediquen a estropear el lugar, con placitas, farolas y banquitos absurdos, aunque los puestos de souvenirs estarían garantizados y los asadores de cordero, también. Todo sea para que no se siga despoblando el campo. Bueno, no tiene fácil la victoria porque la competencia es muy fuerte. Gran Uribe ya ha votado, de manera muy sencilla, en la web organizadora del certamen:
La historia de esos árboles, cuya relación normal sería de competencia, me recuerda la historia de Amur y Timur, cuya relación normal sería depredador-presa, en vegetal. Amur es un tigre de un zoo de Siberia que se tenía que comer a Timur, una cabra que le habían puesto como alimento. Pero nadie sabe por qué al día siguiente, al otro y al otro estaban los dos ahí tan amigos. Dicen que nadie sabe lo que durará la amistad y si el tigre al final hará de tigre. De todos modos es como para contarlo. MJ
ResponderEliminarLo que se achaca a la leyenda, creo que es muy verosímil: la ardilla que se deja una piñita olvidada en el tronco del roble y acaba naciendo un pino en armonía con quien le da cobijo.
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