jueves, 18 de febrero de 2016

Lo único incorrupto: la mano de Santa Teresa

Julio Llamazares es un escritor bastante mal visto por algún/a seguidor/a del blog, no así por Gran Uribe. Nvts se quejaba amargamente de que "este es un país de ladrones, pillos y desahogados. No sé si siempre ha sido así, pero lo de ahora es de verdadero escándalo". Pues bien, Llamazares escribe hoy un artículo, titulado La Gangrena, que hace referencia a todo esto. Lo único incorrupto es la mano de Santa Teresa, según él. Dice así:

«A este ritmo [...] lo único que va a quedar incorrupto en este país va a ser el brazo de Santa Teresa, la reliquia [...] que Franco tenía en su mesilla de noche y que, tras su fallecimiento, su viuda devolvió (debió de ser lo único) a sus legítimas propietarias, las monjas carmelitas del convento de la Merced de Ronda. La corrupción política y económica en España es una gangrena que se extiende cada día más por un cuerpo que ya empieza a parecer el de un cadáver, tanta es la parte de él corrompida.[...]


Carta —firmada por la secretaria de Franco— justificando la posesión, por parte de su jefe, de la mano de Santa Teresa
Fuente: Marcelo D. García

Lo ha dicho la propia Esperanza Aguirre al anunciar su dimisión a medias (lo hizo de presidenta de su partido en Madrid, pero no de jefa de la oposición en el Ayuntamiento de la capital; los liberales es lo que tienen: unos principios que son flexibles): "La corrupción nos va a terminar matando".

Cartel de la película "Molokai"El problema es que nos va a terminar matando a todos, no sólo a ella y a sus compañeros. Y lo malo es que quizá es hasta justo que así suceda, pues el consentimiento y la comprensión de los españoles con la corrupción ("Si no se lo llevan estos se lo van a llevar los otros", "Yo haría lo mismo si pudiera", etc.) son tan culpables como la corrupción en sí. En la película Molokai, aquella historia épico-religiosa sobre la vida del Padre Damián, el santo de los leprosos, que conmovió a todos los españoles en los años 50 y 60, a los enfermos se los confinaba en una isla para que no tuvieran contacto con los demás, pues se pensaba que la lepra era extremadamente contagiosa. Hoy ya se sabe que apenas lo es, al revés que la corrupción moral, que, si no se trata a tiempo, puede afectar a todo un país, que es lo que ha ocurrido en el nuestro, curiosamente el único de toda Europa que tiene una leprosería en activo mientras que la corrupción moral sigue sin centros de tratamiento».


Enlace: La gangrena

5 comentarios:

  1. Cuando recuerdas estas cosas que estaban sepultadas en el olvido, como la del brazo de Santa Teresa o la película Molokai, te parece imposible haberlas vivido. ¡Qué país! Para que luego se diga que nada ha cambiado...
    El Tapir

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    1. Sí, ¡cuánta razón tiene! Y tantas otras. El sobrenombre (nunca mejor dicho) Generalísimo, que entrara bajo palio en las Catedrales y mil detalles más. Aquel libro Celtiberia Show De Luis Carandell, que contenía muchas, digamos, anécdotas, debería ser de obligada lectura para algunos, que así sabrían de qué base partimos. MJ

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    2. Me refiero a la base de la que partimos (pretérito indefinido) entonces, no de la que partimos ahora. MJ

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    3. Así lo había entendido yo.
      El Tapir

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  2. Impagable la carta de la secretaria de Franco a las carmelitas.

    Y sí, a Llamazares que le den la jubilación y que no pueda escribir más, que suficiente daño ha hecho.


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