[...] "El encubrimiento y la inversión de significados culminan en el uso del término “democracia”. Ha sido la llave maestra utilizada por Mas para ennoblecer el proyecto, evitando cualquier aproximación a los problemas reales, descalificar de paso a todo oponente y alzar el banderín de enganche; tanto para la movilización de masas como con vistas a ese importante mundo exterior, que en Europa contempla con recelo los movimientos secesionistas. La cuestión de Cataluña no sería una simple cuestión de independencia, sino de democracia, negada injustificadamente desde el Gobierno español. En dos palabras, todo resuelto.
El tema de la democracia reviste capital importancia, pero precisamente por su ausencia en la actuación de la Generalitat, por mucho que haya habido elecciones y ahora se anuncie un referéndum (perdón, consulta) donde el término es siempre invocado. La propia ley de consultas indica hasta qué punto la estrategia política de Mas ha ignorado conscientemente un requisito indispensable para la validación democrática: “La neutralidad institucional”. La democracia no es un marco moldeable que pueda adaptarse a las conveniencias de quien ejerce el gobierno, a efectos de llegar al resultado acorde con los propios objetivos. La democracia es un procedimiento que permite adoptar decisiones políticas, desde la participación de los ciudadanos en régimen de igualdad. Es el principio de isonomía, practicado ya en la polis griega. Y está claro que en la Cataluña de Mas eso no ha existido. Desde septiembre de 2012 la Generalitat ha sido la promotora de una sola opción política, con exclusión de cualquier otra, calificada simplemente de anticatalana, o en el mejor de los casos despreciada, como el federalismo".[...]
Enlace: Cataluña: la secesión
Nada que añadir...
ResponderEliminarEl Tapir
Magnífico análisis, francamente reconfortante.
ResponderEliminarnvts