¡No se os ocurra criticar a Pablo Iglesias!

Gran Uribe les confiesa a ustedes que se siente poco inclinado hacia los asuntos de los partidos y no le cuesta admitir cierto distanciamiento hacia casi todos los políticos; a día de hoy, desconfía de ellos, por principio. Le gusta, eso sí, la anécdota, sobre todo cuando contiene algo chocante, gracioso o incluso ridículo. No se merecen mucho más, por ahora.

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Pero confiesa también ciertas debilidades, aunque a algún seguidor/a le moleste: no soporta a Pablo Iglesias, por ejemplo. Le parece un tramposo vengativo y un fantasma sin gracia alguna. Resulta ser que Doña Perpetua tampoco aguanta a ese sujeto, pero le cuesta más callarse que a Gran Uribe.

Concretamente, ayer estaba ella hablando por teléfono con un antiguo compañero de adolescencia, una de esas relaciones que se perpetúan en el tiempo sin nada que las sustente, ya saben. Durante la conversación, salió algo relativo a Podemos y tuvo el desliz de decirle eso: que Pablo Iglesias le caía fatal. ¡Díos mío, con Iglesias hemos topado! El del otro lado del teléfono montó en cólera y empezó casi a insultarla, además de a tratarla de inculta, de mal informada y de fanática del PP y de Rajoy (nada más lejos de la realidad, por cierto). O sea: o te gusta ese individuo o eres un facha, ese es el mensaje.

Ese tipo de dicotomías empieza a ser habitual por desgracia (con lo del procés también ocurre), y es el que practica el engreído Iglesias y bastantes de sus seguidores. Un tipo que —en opinión de G.U.— no pretende acabar con Rajoy y el PP ('derechona' la habrá siempre) sino con el PSOE, para ocupar su espacio y establecer un tablero en el que solo haya "blancas y negras", sin matiz alguno, con él de jefe de la presunta izquierda. Con ese ánimo les monta todo tipo de celadas, aunque de momento sin éxito.

El caso es que, volviendo a lo de antes, Doña Perpetua quedó muy enfadada con su contertulio telefónico y piensa que habrá pocas conversaciones más con él. En ningún caso se debería insultar y despreciar al que no piensa como tú y hacérselo saber, y el que así lo hiciere no merece nuestra atención. Lo dice una amiga que vive en Lorca, muy "leída y escribida": «con los amigos se puede hablar de todo menos de política», y quizá no le falta razón...

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Gran Uribe es bastante seguidor de Antonio Elorza (excolega de Iglesias en la Facultad de Políticas de la Complutense, en la que es catedrático), desde los heroicos tiempos en que escribía en la revista "Triunfo". Un tipo cabal y competente. No es tonto, obviamente, y le tiene bien visto el plumero a nuestro "personaje" del día, como es de sobras conocido. Hoy dice cosas así, refiriéndose al afán de protagonismo de su antiguo compañero:

Antonio Elorza

«La estrategia de Pablo Iglesias en el tablero político español repite una y otra vez el sentido de sus jugadas, desde las elecciones de 2015 proclama que su primer objetivo es sacar al PP del poder y a continuación se las arregla para conseguir el resultado opuesto, la consolidación de Rajoy. Obviamente no se trata de votarle, sino de hacer imposible la formación de una alianza alternativa. [...] Su verdadero adversario era el PSOE y por lograr el sorpasso prefería tolerar la supervivencia de Rajoy.

Dicho de otro modo, es la táctica del cuco expulsando a sus compañeros de nido, observable también al acercarse a los sindicalistas el Primero de Mayo para robarles cámara. Cámara ha vuelto a chupar, al montarse sobre el último escándalo de corrupción, con su propuesta de moción de censura, de nuevo cuidándose de ser Él con mayúscula el protagonista, sin contar con los invitados. A nadie le gusta participar como rabo de zorro, así que el fracaso de una acción unitaria resultó de antemano inevitable. Pero a Iglesias no le importan los fracasos de la democracia, ni el grado de falsedad que encierran sus falsas evidencias». [...]

Enlace: Iglesias siempre finge apuntar a un blanco cuando dispara a otro