Astut, ¡esa panza! |
Pero ahora los de su partido (que se llama PEDECAT, un nombre bastante eufónico) están un poco acoj****** , no sin razón, por la deriva que está tomando el asunto con las heroicidades de sus socios de procés. La pubilla vigatana Marta Pascal dice que esas cosas "no amplían la base social". De momento, lo único que parece ampliarse es la base de la panza de l´Astut.
El caso es que no solo no la amplían. Más bien hay peligro de que la estrechen. Hasta ese sujeto de la foto de abajo (no nos referimos ahora al agresivo autobusero Garganté—el que quema la foto—, sino al de al lado, el único que tiene aspecto un poco sensato) podría darse de baja.
[Vean la última proeza de Garganté: guillotinar al Rey]
A Juan Cruz no le ha gustado nada este ultimo episodio de esa engreída gent(uza) de la CUP, tan desobediente y revolucionaria (NI REI NI POR — Ni Rey ni miedo—, proclaman henchidos de ufana valentía), pero que vive del sueldo del Pepet i la Maria, o sea de todos. Nos lo comenta en su columna ¿Qué pasa cuando se quema una foto?
Los 'valientes' de la CUP rompen y queman la foto de Felipe |
Después del incendio vino el presidente de la Generalitat a decir que no pasa nada por quemar una fotografía. Lo hace, se supone, para que no se enfaden sus aliados. Los políticos, y los periodistas, hablan para que no se enfaden sus aliados, y dicen cualquier cosa que no dirían si no esperaran el aplauso o el abrazo del graderío. Una fotografía quemada es un recuerdo violado, un rostro arrojado al descrédito, un gesto torcido de la civilización.
Tendría que leer Puigdemont la Oda a las cosas rotas de Pablo Neruda. Va de cuando empiezan a romperse cosas y luego se rompen todas las cosas. Una fotografía es el rescoldo de un instante, algo sagrado no solo para las tribus que creen que el alma está en una imagen; es una señal de respeto. Lo contrario, su incendio, la guillotina, es una señal de irrespeto. Eso no califica para el informe PISA pero descalifica a un país e incluso descalifica sus ambiciones».
Se van rompiendo cosas / en la casa / como empujadas por un invisible / quebrador voluntario: / no son las manos mías, / ni las tuyas, / no fueron las muchachas / de uña dura / y pasos de planeta: / no fue nada ni nadie, / no fue el viento, / no fue el anaranjado mediodía, / ni la noche terrestre, /
no fue ni la nariz ni el codo, / la creciente cadera, / el tobillo, / ni el aire: / se quebró el plato, se cayó la lámpara, / se derrumbaron todos los floreros / uno por uno, aquél / en pleno octubre / colmado de escarlata, / fatigado por todas las violetas, / y otro vacío / rodó, rodó, rodó / por el invierno / hasta ser sólo harina /
de florero, / recuerdo roto, polvo luminoso. Y aquel reloj / cuyo sonido / era / la voz de nuestras vidas, / el secreto / hilo / de las semanas, / que una a una / ataba tantas horas / a la miel, al silencio, / a tantos nacimientos y trabajos, / aquel reloj también / cayó y vibraron / entre los vidrios rotos / sus delicadas vísceras azules, / su largo corazón / desenrollado. La vida va moliendo / vidrios, gastando ropas, / haciendo añicos, / triturando / formas, / y lo que dura con el tiempo es como / isla o nave en el mar, / perecedero, / rodeado por los frágiles peligros, / por implacables aguas y amenazas. Pongamos todo de una vez, relojes, / platos, copas talladas por el frío, / en un saco y llevemos / al mar nuestros tesoros: / que se derrumben nuestras posesiones / en un solo alarmante quebradero, / que suene como un río / lo que se quiebra / y que el mar reconstruya / con su largo trabajo de mareas / tantas cosas inútiles / que nadie rompe / pero se rompieron.
Pablo Neruda, Oda a las cosas rotas
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El problema es que todos se están apuntando al carro de culpabilizar al vecino. Así ahora la presidenta de Madrid, culpabiliza a Andaluzía del poco dispendio del que dispone, porque se ha repartir con quien poco aporta, nos viene a decir.
ResponderEliminarNo me creo nada de los fanáticos de cualquier color, religión, nacionalidad ni pensamiento, y la península se está conviertiendo en un hervidero de ellos, y de todos los colores para más inri.
Hoy, lo Penal ya enjuicia a los Pujol como clan mafioso (Ahhh, la famiglia), y engloba la causa al matrimonio y a los 7 hijos, todos juntos. Se les calcula sólo en Andorra 40 millones de €, y muchísimos más en diversos paraísos fiscales. En Valencia, mientras hay un PP con caso Gurtel, y cientos de millones desaparecidos, los niños del 103 van a estudiar a barracones inundables, mientras, el Sr Camps, se pasea con su sonrisa profidén por las calles de la ciudad. Tres cuartos de los mismo con los ERE de Andalucía, todo para el obrero, pero sin él. ¿Y que decir de los sindicalismo comunista minero de Asturias ?... Dejo en el tintero los restos de comunidades, porque asquean, todos asquean.
Lo que si es cierto es que ya se han empezado a romper cosas, hay quien se ha encargado de fracturarlas, y aquí si le doy la razón con lo del Sr Mas, y él lo sabe, y lo que es peor, lo que no sabe es como pararlo.
Salut
Andalucía con c, Miquel, con c...¿en qué estarías pensando ?...ahh en la z de Zapatero...
ResponderEliminarAlucino. Ayer vino mi nieta de 11 años y me dijo que ella también quería quemar la foto del rey, que no era nada malo y que iban a meter a unos chicos en la cárcel sólo por eso. Así es que ella también quería. Le contesté que quemando esa foto no se arreglaba nada, que deberían hacerse otras cosas en los parlamentos, que eso sólo conducía al desorden. Se lo explicaré mejor otro día. Como dice G.U., la cosa sí que va tomando mala pinta. MJ
ResponderEliminarYo les recomendaría, sin más, a esos muchachos la lectura de una novela de rabiosa actualidad, Patria, de Fernando Aramburu. A lo mejor, si son un poco espabilados, les inclina a la reflexión, y encontrar algún que otro paralelismo...
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