viernes, 9 de diciembre de 2016

¡Felicidades, Kirk Douglas!

Folleto de mano de la película
Gran Uribe se entera por la prensa de que Kirk Douglas, un héroe de su infancia, cumple hoy ¡cien años! Bienvenidos sean, porque uno pensaba que había fallecido hace tiempo, como todos sus compañeros de generación: Robert Mitchum, Burt Lancaster, Henri Fonda, Gregory Peck, etc., en fin, una 'camada' de actores irrepetible. ¿Dieta mediterránea, tal vez? En fin, un actor empático, con mucho carisma y una presencia poderosa.

Uno guarda muchas imágenes de él, pero quizá la más potente sea en su papel del arponero Ned Land en 20.000 leguas de viaje submarino (1954), de Richard Fleisher, a bordo del submarino Nautilus del Capitán Nemo, personaje encarnado por James Mason. G.U. le recuerda con su camiseta a rayas de grumete bretón, hablándonos de la sopa de tortuga, 'festejando' con la foca Esmeralda o, sobre todo, enfrentado a arponazos con un monstruoso pulpo.

Es una película que impresionó mucho a Gran Uribe y la vio bastantes veces en el cine Adriano, al que solíamos acudir los domingos por la tarde en sesión continua a tragarnos todo lo que nos echaran: películas del 1 ('todos los públicos'), del 2 ('jóvenes'), del 3 ('mayores'), del 3R ('mayores con reparos') o ¡del 4! ('gravemente peligrosa'), según la calificación del S.I.P.E., un boletín que publicaba la iglesia católica, siempre velando por nuestra salud espiritual. Allí nos instalábamos a pasar la tarde y, aunque no era fácil encontrar dónde sentarse, ya se ocupaba de ello una muchacha llamada Julia, enormemente diestra en el lanzamiento de abrigos a toda butaca que quedaba libre.


Ned Land (Kirk Douglas) y la foca Esmeralda
Ned Land (Kirk Douglas) con su camiseta de grumete de la Bretaña



Bien, ya que hablamos del monstruoso pulpo, veamos cómo lo describía Julio Verne en el capítulo XVIII de la segunda parte de esa maravillosa novela (1869), en boca del científico Aronnax, a bordo del Nautilus. En él nos relata, además, como se las apaña el ballenero Ned Land para cargárselo con su arpón, aunque por su extensión no lo reproducimos aquí:

Ilustración de Alphonse de Neuville (1869)
«Era un calamar de colosales dimensiones, de una longitud de ocho metros. Navegaba, retrocediendo, a extremada velocidad en la dirección del Nautilus. Miraba con sus enormes ojos fijos de tintes glaucos. Sus ocho brazos o, mejor dicho, sus ocho patas, plantadas en su cabeza, y que han valido a esos animales el nombre de cefalópodos, tenían un desarrollo doble que su cuerpo y se retorcían como la cabellera de las Furias. Veíanse claramente las 250 ventosas dispuestas sobre la cara interna de los tentáculos bajo forma de cápsulas semiesféricas. A veces, esas ventosas se aplicaban sobre el cristal del ventanal del salón, haciendo allí el vacío. La boca de ese monstruo..., un pico córneo muy semejante al del loro..., se abría y se cerraba verticalmente. Su lengua, sustancia córnea, provista de varias filas de agudos dientes, salía temblando de esas verdaderas tijeras. ¡Qué fantasía de la Naturaleza! ¡Un pico de ave en un molusco! Su cuerpo, fusiforme y abultado en su parte media, formaba una masa carnosa que debía de pesar de 20 a 25 kilos. Su color inconstante que cambiaba con extremada rapidez según la irritación del animal, pasaba sucesivamente del gris pálido al castaño rojizo.


¿Por qué se irritaba aquel animal? Seguramente por la presencia de ese Nautilus, más formidable que él, y sobre el cual sus brazos chupadores o sus mandíbulas no hacían presa .Y, sin embargo, a aquel monstruo, ¡cuánta vitalidad le había concedido el Creador, qué vigor en sus movimientos, puesto que poseía tres corazones!...

El azar nos había puesto en presencia de este calamar, y no quise perder la ocasión de estudiar cuidadosamente esta muestra de los cefalópodos. Dominé el terror que me inspiraba su aspecto y, cogiendo un lápiz, comencé a dibujarle».

2 comentarios:

  1. Felicidades a Kirk Douglas. Tres cifras son un montón de años.
    Esa película fue impresionante. De las que no dejan dormir, con todas esas maravillas submarinas y ese pulpo bestial. El protagonista era Kirk Douglas, pero yo al que recuerdo, incluso ahora, es al capitán Nemo (James Mason). Era más impactante.

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  2. Una gran película y una de las que más me divirtieron cuando la ví de pequeño. Y me pasa lo mismo que a "Anónimo. 11 de diciembre de 2016, 10:13", para mí el gran personaje de esa pelicula es el enigmático capitán Nemo.
    Nunca olvidaré la sensación de misterio que destilaban las primeras secuencias, y cómo una película que empezaba de manera tan misteriosa se fue convirtiendo en una película de aventuras convencional, sí, pero muy divertida. Ahora estoy recordando el famoso pulpo, y las escenas de los indígenas saltando, acalambrados, sobre la cubierta del submarino... Fantástico libro y maravillosa película.
    El Tapir

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