En Podemos no habrá más corrientes

Las viñetas cumplen una función importante en la edición impresa de un diario, función que no cumplen en la digital: romper la monotonía de la página. Pero, además de eso, con el tiempo se han convertido en uno de los alicientes indiscutibles de un diario. Gran Uribe sigue varios periódicos y sus viñetas de humor, aunque los humoristas de EL PAÍS se llevan la palma por su calidad. El Roto es magnífico, aunque recibe reproches (muy criticada la imagen de Franco con las serpientes, por parte de gente del PSOE). Forges también es muy bueno, sobre todo cuando hace humor del que sabe hacer y no nos quiere colar sus opiniones políticas o ruegos sociales.

En este aspecto, Peridis es el que se lleva la palma en cuanto a ilustrar la actualidad política sin explicarnos lo que piensa él, cosa muy de agradecer. "La mecánica siempre es la misma: habla con la Redacción, sigue las noticias, y sobre las siete de la tarde, ya tiene la metáfora del día. No hace teoría, actúa como un periodista, se ciñe a la noticia", escribe Juan Cruz en el semanal de hoy.

Y hoy mismo Peridis nos habla de que Errejón pedía corrientes políticas dentro de Podemos y Pablo Iglesias, tocado con un sombrerito de ruso, le ha dicho que nanay del Paraguay, "... o te mando a Siberria".

IGLESIAS EXIGE EL FIN DE LAS CORRIENTES EN PODEMOS

Viñeta de Peridis (18/12/2016)

Y ¿qué decir de un sujeto llamado Ros? Ocupa buena parte de una página, a tres columnas, en detrimento de las Cartas al Director que, aunque no siempre están bien escogidas, se han visto reducidas inexplicablemente a la mínima expresión, a pesar de cumplir la misión de representar a los lectores en el diario. Ese enigmático humorista, de línea fina y afilado lápiz 4H,  tiene el extraño mérito de haber conseguido que Gran Uribe no haya entendido casi nunca ni uno solo de sus chistes o que, las pocas veces que los entiende, no le hagan ni puñetera gracia.

Por suerte, uno no es el único, como nos explica Lola Galán, la defensora del lector de ese diario, dando voz, entre otros, a un lector (Sebastián de la Serna) que dice: “Desde que comenzaron las viñetas de Ros podría confesar que casi nunca he entendido el contenido”. En ese artículo puede leerse cómo Ros se defiende de esas acusaciones de manera un pelín pedante, hablando de la 'escuela inglesa' y de las diferentes 'capas' que contienen sus chistes.

Enlace: El sentido de las viñetas

Algunas viñetas de Ros publicadas recientemente en EL PAÍS