Viñeta de El Roto (9/04/2016) |
Y de resultas de todo ¿qué tenemos?: a Rajoy (el más listo de la clase), fumando un puro, como bien sabe el colega Peridis, en plan chuleta amenazando con nuevas elecciones, en las que sabe que el pueblo, que "nunca se equivoca", volverá a votarle masivamente. ¡Qué país! Y ahora estamos donde estábamos, pero peor.
Esperábamos que, al menos, los nuevos ministros fueran más presentables (no era mucho pedir) que los anteriores. Pero ¡qué va! El gangoso chulanguilla de la vocezuela (Montoro) sigue allí y el ministro Catalá, un sujeto que no se sabe dónde obtuvo su licenciatura, también. Tenemos incorporaciones interesantes: a Cospedal dirigiendo a nuestras esforzadas fuerzas armadas (Tot Barcelona está que se sale), a un merluzo llamado Dastis, del que ya hicimos mención el otro día, y a la pluriempleada Sorayita, que ha abierto oficina en Barcelona (se la podría ahorrar perfectamente, y también los billetes del puente aéreo). En fin, de cara al año nuevo la cosa no promete grandes alegrías.
Va a tener razón Tot Barcelona, que parafrasea con frecuencia al clarividente Pedrito Ruiz: "Nos gobiernan los útimos de la clase". De las posibilidades de Dastis ya hicimos mención. En cuanto a Catalá, ¡qué decir!, es un presunto abogadillo del Estado cuya máxima aportación a la jurisprudencia consiste en afirmar que los delitos se lavan en las urnas, y que los del PP —en consecuencia—están ya limpios de polvo y paja...
Mal asunto si realmente es así. Centrémonos, sin ir más lejos en ese avispado sujeto, que luce con tanto orgullo esas almidonadas puñetas, al que Javier Marías dedica unas frases:
El ministro Catalá |
Esto, soltado por un Ministro de Justicia –de Justicia–, es una aberración. Para él, de repente, las leyes no cuentan, no existen. Por encima de ellas está lo que podríamos llamar el “afecto popular”, que exime de responsabilidad. [...] ¿Cómo puede un Ministro de Justicia sostener que las elecciones sustituyen a los tribunales y están por encima de la ley? [...] Se supone que el señor Catalá estudió Derecho para llegar a su importantísimo cargo. Uno no tiene más remedio que preguntarse cómo logró aprobar las asignaturas».
Enlace: Se supone que estudió
Es evidente, G.U., que hay que votar al hombre que promente menos, porque es el que menos nos decepcionará.
ResponderEliminarAtendiendo a este básico principio, no debemos extrañarnos entonces, de que los satélites que envuelven al presidente sean de una mediocridad rayana a la estulticia.
El Sr Rajoy sabe por experiencia que cualquier problema actual, por duro que sea, habrá perdido sentido dentro de diez años, por lo que puede darse el lujo de poner perfiles bajos en los puestos principales.
Pero, y sin que sirva de comparanza, recordarle G.U que ninguna cucaracha encuentra fea su cría. Así que por lo que parece, le veremos durante una larga temporada.
Salut
Sí, pero que tenga cuidado ese Rajoy más chulito que nunca, pues le puede pasar como a otros chulitos, por ejemplo a Mas (o a Cameron, o….). Recordatorio para Rajoy. Resulta que Mas convoca elecciones ante lo que consideró un apoyo masivo del pueblo de Cataluña y pierde votantes. Vuelve a convocar luego y vuelve a perder más.
ResponderEliminarPor primera vez, y por mucho que la oposición lo esté haciendo horrible, yo no creo que el PP esté para muchas florituras. Además lo de los nuevos ministros, con fatal Cospedal al frente, Dastis, Catalá y el resto de la pandilla, es bárbaro.
En cuanto a Català, y su frase, la gente vota a un partido, hasta que, de repente, se harta de memeces y deja de votarlo, así es que puede que el veredicto llegue con retraso. Pero llegará.
Todos nos preguntamos cómo todos ellos lograron aprobar las asignaturas. MJ
Bueno, quizás todos, no, pero muchos, si.
EliminarPues sí, yo también creo que el veredicto, aunque retrasado, llegará. Ha acumulado demasiada corrupción, y demasiados errores, por no decir disparates. Y en política, por lo yo veo, esas facturas se van sorteando, pero también se van amontonando, casi insensiblemente, hasta formar una pelota que ya nadie, o muy pocos, tragan. Y las facturas se acaban pagando. Que se ande con ojo el señor Rajoy, tan chulito ahora, no vaya a ser que le salga el tiro por la culata. Me encantaría.
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