En efecto, los medios al servicio de la Corporació de Mitjans Audiovisuals de Catalunya se volcarán este martes con un referéndum que oficialmente no ha sido convocado más que por la boca (por donde muere el pez), pero eso no lo dicen.
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Es de suponer que en todos estos espacios los tertulianos serán de la misma cuerda. Quizás habrá algún unionista para recibir las obleas [Acotación de G.U.: ¿serán tal vez Nacho Martín Blanco y López Alegre —el català tranquil—?]. Pero la idea, básicamente, es no romper el mensaje dominante: "Cataluña es una nación oprimida que está a las puertas de la independencia y que sólo la pérfida España puede impedir".
Lo que reconocía este lunes el políticamente difunto consejero Baiget en un ataque de lucidez: "Hemos tendido a menospreciar el Estado y el Estado tiene mucha fuerza". Parece mentira que un consejero que ha mantenido un perfil político tan bajo —lo puso Mas: pasó directamente de asesor del grupo parlamentario secretario del Gobierno— se haya descolgado ahora con unas declaraciones como éstas. Imagínense como lo deben ver de negro. Pero, joder, ¿qué se pensaban? ¿Que el Estado se quedaría de brazos cruzados? Esto es whisful thinking .
En fin, ya ven. Sufriendo ahora por el patrimonio y por si les embargan la segunda residencia en la Cerdanya o en el Empordà.
Enlace: El suicidio de TV3
[«Hay actos de autoridad que no siempre son lo que parecen. Es el caso de la fulminante destitución del conseller Baiget, que ha sido desposeído de su cargo en el Govern por opinar que el referéndum del 1 de octubre se parecerá al 9-N porque la presión del Estado impedirá que se celebre con totales garantías. (Algo que, por otra parte, suscriben unos cuantos consellers más y buena parte de la segunda línea de cargos del Ejecutivo catalán). A primera vista, Puigdemont ha lanzado un aviso: aquí no se mueve nadie. Incluso coloca a Santi Vila en ese puesto, en un maquiavélico gesto para tener atado en corto a un conseller que ha hecho gala de moderación cuando el president reclama justamente lo contrario. Pero, en el fondo, Puigdemont ha hecho un flaco favor a su partido.
La CUP exigió la dimisión de Baiget y le fue servida en bandeja (como en su día se le brindó la de Artur Mas). ERC actuó ayer en público con prudencia, aunque es evidente que la baja de un conseller del PDECat le proporciona a los republicanos una pátina de independentistas insobornables frente a los dudosos exconvergentes. El caso de Baiget contribuye a apuntalar esa tesis. Por si ello fuera poco, la coordinadora del PDECat, Marta Pascal, había defendido al conseller en rueda de prensa pocas horas antes.
Para colmo, la destitución deja a Baiget como el primer traidor a la causa cuando en realidad el conseller era de los que estaba dispuesto a llegar hasta el final. Hay puñetazos en la mesa que, por pretendidamente firmes, dejan debilidades al descubierto»].
Enlace: Autoridad o debilidad
Y autoritarismo puro y duro, añade Gran Uribe. El que se mueva no sale en la foto. La caquita tiene mala pinta.
Estoy que no cago ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarNo sabe usted la anorexia analcóholica que me produce este acontecimiento. Soy un estrupo de mi mismo ¡¡¡
¿Qué toca ahora? Creo que pocos podrían contestar. Vamos, se va sobre la marcha.
ResponderEliminarUn "conseller" dice una frase que no gusta a los que dirigen el cotarro (CUP). Dinamitado. Sin explicaciones. Eso se penaliza, mientras que se van a subvencionar los medios de comunicación que muestren adhesión a la "causa".
¿Esos son los "fuertes rasgos democráticos" de los "processistes" de este país, cuyo complejo de superioridad con respecto al resto de personas de otros países del mundo es uno de sus rasgos característicos?. No hablemos ya de cómo se sienten con respecto a los habitantes del resto de territorios de España. MJ
Vistos los últimos estertores de este "procés" en putrefacción, no hay por donde cogerlo, Cada paso que dan resulta más esperpéntico que el anterior, y espero, ahora sí, que en Europa "nos estén mirando", que se enteren de qué van esos "fuertes rasgos democráticos" de que hablaba el "rei Artur". Y, como dice MJ (y yo hace mucho tiempo que lo pienso), en todo esto subyace un cierto complejo de superioridad realmente cargante. La CUP les tiene cogidos por los cojones (con perdón) y, pese a lo que diga Puigmelón, los que están realmente asustados son ellos, porque han entrado en una dinámica alocada que no dominan. Veremos en qué acaba todo esto, pero tiene mala pinta...
ResponderEliminarEl Tapir