jueves, 13 de julio de 2017

El "Museo de Cerámica Nacional", de Chinchilla

Hace un calor tremendo por aquí y no está el tiempo para grandes aventuras, por lo que Gran Uribe y Doña Perpetua han aprovechado para acercarse a Chinchilla de Montearagón. Se trata de un pueblo muy bonito a diez kilómetros de Albacete —con un estupendo castillo— en el que ya hemos estado otras veces, pero jamás habíamos oído hablar de que allí hubiera un flamante "Museo Nacional de Cerámica". Tal es el mimo con el que se tratan estos asuntos en España.

Bueno, qué se le va a hacer, con el abandono del campo y la incuria general, la arquitectura popular española está prácticamente desaparecida (como ya hemos comentado aquí otras veces) y algo parecido le sucede a la cerámica popular, con esas formas ancestrales tan maravillosas repetidas a lo largo de los siglos, de generación en generación.

Sus útiles dejaron de ser necesarios, los botijos y cántaros se sustituyeron por termos con agua enfriada en el frigorífico, y todos los demás artilugios tradicionales corrieron parecida suerte. Los hijos ya no quisieron seguir el trabajo de los padres y, al final del proceso, prácticamente ya no hay nadie que se dedique en España a la alfarería, salvo para confeccionar piezas vidriadas de dudoso gusto para turistas. Ahora, por tanto, estamos hablando ya casi de arqueología. Por eso es tan valioso el trabajo que hicieron las personas de las que hablamos a continuación.

En efecto, los alfares de España estaban empezando a desaparecer y Carmina Useros Cortés (fallecida hace cuatro meses) empezó con su marido, Manuel Belmonte González, a coleccionar piezas de la alfarería española a principios de los años setenta. Ella nos lo explica así en el libro "Museo de Cerámica Nacional", estupendamente editado.

Portada del libro "Museo de Cerámica Nacional"
[Fotografía: Pilar Belmonte Useros]
«Nuestro peregrinar consistía en coger el coche los fines de semana, puentes y vacaciones, visitábamos el alfar, hablábamos con los alfareros, comprábamos algunas de las piezas más representativas de cada lugar. Después comunicábamos a los alfareros que eran para un museo, gesto que nos agradecían porque habían pasado en varias ocasiones personas pidiéndoles piezas para un museo que nunca se había llegado a realizar.

Las piezas adquiridas eran reseñadas en la parte de abajo con un esparadrapo donde poníamos el nombre del cacharro, el alfarero, el pueblo y la provincia, con el fin de no confundirnos.

La llegada a Chinchilla después de cada viaje era impresionante, apenas podíamos salir del coche rodeados de tantos cacharros.[...] Empezamos a buscar un posible edificio para albergar las piezas y constituir un museo. Aunque Chinchilla tenía casas importantes señoriales para poder rehabilitar, nuestras posibilidades económicas no alcanzaban a tanto y pensamos en la adquisición de un espacio en donde se pudiera construir un edificio sencillo de nueva planta. Recibimos ayuda económica para la construcción del museo, que se inauguró en 1980».

Estuvo muy en boga la alfarería por aquella época, quizá porque se editaron libros buenísimos (ya hemos hablado alguna vez aquí) y mucha gente de la edad de Gran Uribe empezó a comprar esas cosas en sus viajes. La gente visitaba mucho ese museo, pero ahora ya no va casi nadie (apenas está anunciado) y la administración (Comunidad Autónoma y Ay Untamiento) no dan ni un duro de subvención, por lo que el futuro se presenta más bien oscuro. Quizá no tarde en desaparecer. Una vergüenza.

Sala segunda del Museo de Cerámica Nacional", de Chinchilla (hay cuatro salas más)
 [(13/7/2017) / granuribe50.blogspot.com.es]
Había otra zona exterior con diversas piezas de mayor tamaño pero fueron destrozadas a pedradas por algunos salvajes.

Diversos botijos del "Museo de Cerámica Nacional" y el "Cántaro de la col", de Agost (Alicante)

Todas estas piezas expuestas en el museo están o estuvieron en casa de G.U: Sorbas, Vera, Lorca, Traiguera, Lucena
[(13/7/2017) / granuribe50.blogspot.com.es]
Museo de Cerámica Nacional (Chinchilla) / [(13/7/2017) / granuribe5o.blogspot.com.es]

5 comentarios:

  1. Un artilugio muy práctico. Mantenía el agua fresca y debía de "sudar" para ser bueno.

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  2. Me llevaría unas cuantas, sí señor. Menudas preciosidades.

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  3. Además según vimos en una entrada en este blog de no hace mucho "los buenos cacharros de estos tenían su secreto".

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  4. ¿GU, se anima usted a montar un museo parecido?
    El Tapir

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    1. Creo que usted tuvo algunas piezas en su día y nuts también. A mí me quedan pocas. Si las juntáramos e hicieran ustedes una aportación económica (y la Generalitat y el Consell de Ibiza pusieran de su parte) podría estudiarse el montar un museo (nacional, naturalmente) parecido, aunque dudo que pudiéramos llegar a las dos mil piezas que tiene el de Chinchilla.

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