No, no. Hablamos del procés, claro. Bien; CocoMocho PuigMelón ha dado órdenes a los "ministros" (consellers) y diputados del grupo al que pertenece de que vuelvan de sus vacaciones el día 15 de agosto, como muy tarde, para ponerse a trabajar en el asunto que les ocupa en dedicación exclusiva. Y que tengan el móvil a mano por si acaso.
Ante este hecho, Lluís Bosch —al que han despedido de la escuela donde daba clases (por razones obvias: tipos así no interesan en nuestras "madrasas"; nos explicaba muy bien cómo transcurrió ese curso pasado en su entrada: La línea de sombra)— le recomienda al susodicho CocoMocho que descanse, se relaje y lea un libro, actividad que quizá le resulte novedosa. Luego veremos cuál.
«Por
lo visto, el señor Puigdemont ha decidido emplear el verano de 2017 en la tarea
de convertirse en un Lluís Companys versión derechona. Derechona catalana,
claro está. Quiere ser el último mártir de una patria improbable, de un país
que jamás existió. Y, a ser posible, que se noten los genes carlistas más o
menos disimulados tras la gesta. Ha puesto todo su empeño en ello. Bueno,
digamos que por una vez aceptaremos un principio liberal y diremos que cada
cual es libre de escoger la forma de hacer el rídículo (o el déspota ridículo)
que más le convenga. Al fin y al cabo, la posibilidad de convertirse en un
pequeño Tirano Banderas está al alcance de casi todos, incluídos los
presidentes regionales como Puigdemont.
El
señor Puigdemont, de todos modos, haría bien en tomarse algún descanso de vez
en cuando, y dedicar una parte del tiempo a otros quehaceres. A relajarse. Eso
lo digo en beneficio del común, pero también, incluso en el suyo propio. No
hablo tan solo de la paella en Cadaqués, que debe estar al caer. Hablo de la
lectura bajo una sombrilla o una vulgar sombrita. [...]
Pasa Lluís Bosch a recomendarle la lectura durante sus breves vacaciones estivales de "El trist final d´en Policarpo Quaresma", de Lima Barreto, una novela de 1911 que Gran Uribe no conoce pero que tratará de hacerse con ella en cuanto vuelva a Barcelona. No todo va a ser lo de la paellita en Cadaqués que suele organizar Pilar Rahola, rodeada de adictos y pelotillas, que de todo hay, ya que es una individua de mucho poderío. Y PuigMelón, con la guitarrita.
Parece ser que no es nada gratuita la recomendación de Lluís, porque establece una serie de similitudes entre Policarpo y CocoMocho que podrían hacer reflexionar a este último, si es que tiene cerebro suficiente para desarrollar ese tipo de actividad, cosa harto dudosa, visto lo visto hasta ahora.
Y acaba así su escrito Lluís Bosch:
»Y
lo repito, aún sin ninguna fe: le recomiendo al señor Puigdemont que se
tranquilice y se siente a leer. Porque entre que desarrolla con ímpetu su
vocación martirológica y mientras no llega a su triste fin, ese hombre nos está
poniendo la vida más difícil —si cabe— a los catalanes. Ya nos puso la vida
bastante difícil su predecesor en el cargo, pero lo suyo supera lo imaginable
en un interino. Nosotros los sufridores nos merecemos que eso termine pronto,
que el señor Puigdemont acceda por fin a su triste fin cuanto antes. Pero creo
que es de persona recomendarle pausa, paz espiritual, sosiego. Policarpo tuvo
que ser ingresado en un sanatorio mental para calmar su bravura patriótica, y
no tengo ni idea de en donde terminará ingresado usted.
Pero
sé que muchos de nosotros estamos al borde del hastío, de la desesperación, de
la emigración. Cálmese y lea. Bajo una palmera o bajo el árbol que más le plazca.
Hágalo por los ciudadanos de su patria que, aparte de ser mayoría, no queremos
saber nada más de patrias y además nos merecemos vivir en paz y ocupándonos de
nuestras cosas, que no son baladíes. Ya hemos sufrido bastante con la ristra de
los patriotas iluminados precedentes en su cargo ¿no lo cree, señor
Puigdemont?»
Por cierto, en este enlace, aparte del texto íntegro de Lluís Bosch, encontrarán ustedes una serie de reflexiones la mar de interesantes en el apartado de "comentarios".
Si, Valle Inclán hablaría de esperpento.
ResponderEliminarAl final, G. U. ya me importa poco que los extranjeros de la península (léase a partir de La Franja, los del Reyno de Valencia y los aledaños isleños), me dejen de hablar, lo que verdaderamente me jode y a lo que no estoy dispuesto a perdonar es que por su culpa, la del Mas (porque el Puigdemont es un titella estilo muñeco-Maricarmen), me haya dejado de comunicar con mi hijo, y no se hable de nada en casa que pueda tocar el tema de un hipotético paraiso, paraiso que tenían de puta madre en Andorra, hasta que el avi Florenci, que por lo que se ve era un pájaro de cuidado, les dejó una fortuna que se olvidaron de liquidar a Hacienda, claro está que Hacienda no eramos todos, sino sólo los de a pie.
Cuando Pascual nos habló del avi Florenci, allá por el 2004, aquello parecía un cuento de hadas.
Se quedó corto. Era un cuento de mafias.
Salut
Pues hay que ver lo que tiran las "banderas" (podemos llamarles telas para que nadie se ofenda). Yo paso de todas. MJ
EliminarTotalmente de acuerdo con la frase de Lluís Bosch sobre la educación y la República. Aquí se reivindicaba la cultura catalana. Chapeau. Luego la cosa empezó a virar. Mi padre era catalán catalanista y llegó un momento en que no estuvo de acuerdo con muchos hechos que ocurrieron en esa etapa. Lo mismo que ahora. Muchos catalanes no comulgan con las ideas que mueven el "procés", ni con cómo se ha gestionado lo de la cultura catalana.
ResponderEliminarPermítanme que les diga que la represión franquista funcionó también en otros lugares. Yo nací en Madrid donde viví 22 años. Mi cuñado estuvo en Carabanchel (trullo) por ser del PCE y no sé qué de propaganda ilegal y conozco un montón de personas que sufrieron los efectos de esa política. Así que allí el que no comulgaba con esas ideas franquistas y manifestaba su disconformidad también era perseguido. La social y los grises eran temidos. Hay que recordar que el ojo del huracán no ha estado sólo aquí. MJ
Es que los nacionalistas van de que han sido los sufridores de Franco, convertido en eterna escusa de sus paupérrimas causas. Por decir alguna cifra, en Euskadi hubo 3.000 muertos (republicanos) en retaguardia en tiempos de la guerra e inmediata posguerra. Pero es que solo en Barbastro murió por idénticas causas más gente de izquierdas en el mismo periodo (no eran todos de Barbastro, por supuesto). Las cifras, como siempre en este tema, dichas con la necesaria prudencia, por si alguien las tiene más fidedignas.
EliminarMateo M.