El GEN castiga a los arquitectos con su premio ´Formigó´
Hasta ahora siempre habíamos pensado que el gremio de los arquitectos estaba por la defensa del medio ambiente. Pero eso debía de ser antiguamente, cuando se ataban los perros con longanizas y quedaba bien hacerlo. Se ve que ahora, con la crisis del ladrillo y las normativas sobre competencias profesionales, ese colectivo ha entrado en barrena y todo lo que sea construir, poner un tocho encima de otro, lo ve con buenos ojos, ya que con eso es con lo que se gana el garbanzo. Hay honrosas excepciones y Salvador Roig —aunque a veces un poco broncas— es una de ellas.El GEN (Grup d´Estudis de la Naturalesa) se ha dado cuenta del asunto y ha decidido otorgar el Premi Formigó de este año al Colegio de Arquitectos de Ibiza y Formentera, representado por su presidente, un sujeto llamado Iván Torres, que luce un tupé de animador de cruceros que ya quisiera para sí otro President, el nostre Molt Honorable Artur Mas.
María José Estarellas —Premi Savina— y Col·legi d´Arquitectes (representado por Iván Torres) —Premi Formigó— |
Bueno, Gran Uribe no puede felicitar a los arquitectos ("mala índole", como diría Javier Marías), pero sí dar la enhorabuena a María José Estarellas, por su labor defendiendo la posidonia subidita en una tabla de surf.
Nos lo cuenta mejor Diario de Ibiza de hoy:
«El Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN) acordó ayer conceder su premio ´Formigó´ en la edición de este año 2015 a la Demarcación de Ibiza y Formentera del Colegio de Arquitectos, «por la invitación de su presidente (Iván Torres) a defender la especulación dentro de los espacios naturales protegidos, por la desvirtuación del prestigio profesional de una entidad hasta ahora ejemplar y por su inaceptable giro pro destrucción».
El premio ´Savina´ ha recaído en María José Estarellas, una vecina de Cala Xarraca y Cala Xuclà, en Sant Joan, que ha invertido gran parte del verano en avisar, a bordo de una tabla de surf, a los patrones de barcos para que no fondearan sobre posidonia y para informarles sobre la importancia de esta planta marina».[...]
Los Colegios de Arquitectos siempre fueron un punto de referencia testimonial, garante de que las cosas se hicieran razonablemente. Veo que ahora van a saco, porque les da su supervivencia en ello. Una pena.
ResponderEliminarLes va, quería decir. Y añado: si estas entidades se aflojan ante el gran capital, poco podemos contar con ellas como elemento crítico y de equilibrio. En cuanto a ese individuo, tiene usted razón: es guapo, tiene un tupé suficiente y le veo vestido de blanco en un crucero entreteniendo a las guiris. Creía que los arquitectos instalados tenían otra pinta más circunspecta. En cuanto a lo que dice: más vale echarse a llorar. ¡Menudo porvenir nos espera!
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