Manuel Cruz nos habla de qué puede pasar si la CUP siguiera empeñada en no votar a Mas (aunque, no se sabe en base a qué coherencia, sí que aceptan a cualquier otro candidato de Convergencia). También los pelotas de La Vanguardia, sin duda nerviosos, se ocupan del asunto.
El trilero posa (¡con un punta BIC!) redactando su discursito
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No descarten que, dentro de ese mismo sector supuestamente moderado de CDC, los haya que tengan un plan B, que sería precisamente el de la repetición de las elecciones catalanas. Ello significaría, con toda probabilidad, el final de la carrera política de Artur Mas. No solo porque no habría manera de justificar ante la ciudadanía catalana semejante overbooking de elecciones sino, tal vez sobre todo, porque, de llegarse a dicho escenario, Mas comparecería en él ya derrotado de antemano.
En primer lugar porque, de producirse la tal repetición, ésta acreditaría el fracaso de la entera estrategia de Mas, la cual, a la luz de semejante desenlace, quedaría en evidencia que, lejos de contener un diseño global de la situación y de los objetivos últimos, no era en realidad otra cosa que un conglomerado de astucias y trapacerías varias, orientadas al exclusivo propósito de su supervivencia política.
Pero peor aún sería la situación en la que quedaría el propio Artur Mas. Porque si, como anticipan las encuestas, el 20-D se produce por fin el anunciado sorpasso de CDC por parte de ERC, esta última en modo alguno iba a aceptar de nuevo una lista conjunta tipo Junts pel Sí, y menos una en la que Oriol Junqueras figurara por detrás de Artur Mas. Ahora bien, su ocultamiento en el número cuatro en las pasadas elecciones demuestra que éste ya no está en condiciones de competir en campo abierto y de aparecer esta vez como número uno de la lista de un partido que, por añadidura, oculta, avergonzado, sus propias siglas. Así las cosas, no le quedaría otra que renunciar a presentarse, momento que, según esta hipótesis, estarían esperando los moderados de CDC para salir de su particular armario. Se abriría así la posibilidad de empezar la partida de nuevo. Es solo una hipótesis, ciertamente, pero el notorio nerviosismo de Mas y de sus aduladores profesionales en los últimos días parece hacerla, como poco, verosímil».
Enlace al artículo de Manuel Cruz: No lo descarten
Enlace a La Vanguardia: Mas trabaja en un nuevo escenario electoral ante el rechazo de la CUP
Enlace a La Vanguardia: Mas trabaja en un nuevo escenario electoral ante el rechazo de la CUP
Podría pasar cualquier cosa. Excepto que Mas dimitiera.
ResponderEliminarEl Tapir
Eso creo yo también. ¿Vamos a una segunda vuelta? MJ
EliminarSi es verdad eso, lo mejor que podrían hacer hoy los parlamentarios de Convergencia moderados de JuntsPel3% (si los hay) es poner los cataplines encima de la mesa, por una vez en su puñetera vida, votar NO a la investidura de su jefe y que salga el sol por Antequera.
ResponderEliminarEso sí que sería una sorpresa mayúscula, pero va a ser que no.
EliminarEl Tapir