¡A BUENAS HORAS, PELOTILLAS...!
«No fue ayer un día alegre. No lo fue para gran parte de los ciudadanos de Catalunya. Sólo los diputados de la Candidatura d'Unitat Popular transmitían felicidad. ¡Con sólo diez escaños y el 8,2% de los votos han logrado arrastrar las aguas del Parlament hacia su molino! El grave error táctico cometido por la coalición Junts pel Sí y muy particularmente por Convergència Democràtica –el partido que ha gobernado Catalunya durante 28 de los 35 años de autonomía–, consistente en tramitar una resolución maximalista y rotundamente inconstitucional a cambio de nada, lo puede acabar pagando el conjunto de la sociedad catalana. No es inteligente. No es justo. No es necesario. No fue eso lo que se votó el pasado 27 de septiembre. [...] Con el gesto de ayer nada se refuerza en Catalunya, salvo la genuina radicalidad de un partido que no alcanza el 10%. Nada se refuerza y el conjunto social sale perdiendo. Quienes han auspiciado el error del 9 de noviembre deberían reflexionar urgentemente sobre ello y propiciar, lo antes posible, una inteligente rectificación. Nada se ha roto aún de manera irremediable. Hay que empezar a trabajar ahora mismo por una oportuna y eficaz reconducción. Hay tiempo. Existe una potencial mayoría parlamentaria para llevar a cabo esa rectificación después del 20 de diciembre.[...] La ruptura exprés y el maximalismo en ningún caso pueden ser la divisa de una mayoría parlamentaria que acudió a los comicios de septiembre con un logotipo de caligrafía cuasi infantil y con una promesa de independencia de costes reducidos. La coalición vencedora no se dirigió a los electores pidiéndoles el veloz advenimiento de la república catalana, expresión voluntariamente ignorada en su programa, con apoyo en votos inferior al 50% y sin mayoría absoluta. De haber incluido la resolución aprobada ayer en el programa, Junts pel Sí estaría hoy quizás por debajo de los sesenta diputados. El 27 de septiembre, la sociedad catalana no votó mayoritariamente ruptura exprés. Si el Parlament no interpreta correctamente esa realidad de fondo, podemos estar en puertas de una colisión nefasta para la autonomía de Catalunya tal como hasta hoy la hemos conocido». |
En efecto, ¡a buenas horas mangas verdes...! Editorial de suma dureza para un periódico tan proclive al pasteleo y a la complacencia con las decisiones del poder [convergente]. Lo he dicho alguna vez en este mismo blog: La Vanguardia es un buen periódico, no hay duda de ello, pero demasiado decantado hacia el que ostenta el poder en cada momento. Durante la República, republicanos; durante el franquismo, franquistas; ahora toca nacionalismo, pues nacionalistas. Sólo que en esta ocasión, a sus protegidos convergentes se les ha ido un poco la mano por la izquierda. De aquellos polvos [con perdón] vienen estos lodos... De todas formas, bien por este editorial, claro y valiente por una vez.
ResponderEliminarEl Tapir
El mismo día, Juliana titulaba su artículo con un "El cantón de Bejar", ridiculizando así la actuación del Parlamento catalán. Parece que empiezan a abrir los ojos.
ResponderEliminarBien, aunque, como dicen Gran Uribe y El Tapir, tardío, el editorial de La Vanguardia. Seguro que no se imaginaban que la coalición JuntspelSí iba a llegar a los extremos que ha llegado y, sobre todo, que iba a hipotecar su futuro y el de todos por conseguir el apoyo de la CUP, sin conseguirlo. Cero, no han conseguido nada. Por tanto "ara els toca el rebre". Es lo que hay. Pero me gustaría destacar algo. Mas está totalmente desprestigiado y quemado del todo. Allá él. Pero me pregunto, qué pasa con ERC. Junqueras salía ayer tan feliz del Parlament, como si las cosas no fueran con él, cuando él es tan responsable del fracaso como Mas. Y ya no hablemos de Forcadell & Casals y de Romeva. Yo no haría distinciones. Junts significa juntos, pues entonces creo que todos los que iban en el lote se merecen el mismo trato. De entrada, TODOS han sido torpes, zafios y poco inteligentes. Luego, ya veremos cómo continuamos. MJ
ResponderEliminarJunqueras, en efecto, actúa siempre así. Estando en el gobierno, es oposición. Oposición para las cosas malas y gobierno para las buenas. No lo querría yo como socio. A los demás, los tengo menos vistos, especialmente a Casals y Romeva. Y Forcadell chillará siempre todo lo que pueda. No dice más que tonterías, pero, eso sí, chilla y repite mucho. ¡Vaya quinteto! ¡En menudas manos estamos! Con decir que hasta Rajoy me parece bueno...
ResponderEliminarEl Tapir