No. Aquí de lo que se trata es de rescatar a los diferentes personajes que habitan las fotografías de su libro Barcelona Blanco y Negro , situándolos de una manera muy especial. En efecto, el Macba ha optado por colocar copias, ampliadas y dispuestas como grandes murales en forma de collage y proyecciones, en un arriesgado montaje escenográfico, que envuelve al visitante y lo convierte en un barcelonés más. En este aspecto, el diseñador de la exposición ha estado 'asaz' inspirado, porque el efecto es sorprendente. Gran Uribe ha salido encantado, y no es fácil que eso suceda, como sabéis.
Gran Uribe formando parte de la escena durante su visita a la exposición Miserachs—Barcelona, en el Macba [Fotografía: J.M. Cortina / gran uribe50.blogspot.com.es] |
[...] «No recuerdo ninguna otra exposición, como no sea la del Paralelo en el CCCB hace tres años, que haya reflejado tan bien la atmósfera de una calle y, por extensión, de la ciudad. Desde este punto de vista, la segunda sala es ejemplar, organizando las fotografías reproducidas en gran formato -donde las personas retratadas tienen un tamaño real sobre planes ligeramente ondulados- y ayuda a hacerlas visibles porque fuerza el escorzo; con la ayuda de las fotos de los dos extremos, que cierran la vista, configuran una verdadera escenografía que nos incluye. Pero lo más destacado es haber recortado las fotos para descomponerlas en diferentes planos. Así, por ejemplo, ocurre con los anuncios o con las personas, entre las que destacan un grupo de tres hombres perfilados que salen literalmente de la foto y ayudan a que nosotros seamos algo más que espectadores, consiguiendo que casi formemos parte de la escena».[...]
Algunas de las fotografías (pertenecientes al libro Barcelona Blanco y Negro) que se utilizan en la exposición Miserachs—Barcelona |
¿Así que te ha gustado? Pues ahora sí que iré a verla, porque me había abstenido por culpa de las críticas inmisericordes de los fotógrafos.
ResponderEliminarnvts
La verdad es que los fotógrafos tienen su punto de razón. Se utilizan las fotografías de Miserachs para un montaje (o collage) que está bastante conseguido y es original pero que no permite mirar las fotos tal como se hicieron. Para completar la muestra quizá hubiera sido mejor organizar una última sala con otras fotos del libro pero expuestas en el modo convencional. Gran Uribe lo hubiera agradecido y la hermana de Miserachs también, seguramente.
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