Selfie: Lluis Llach y Cía haciendo el imbécil |
Posmodernidad es simulación constante. No es nada extraño que una de las primera decisiones de la nueva presidenta del Parlament de Catalunya y de sus amigos, después del brioso vítor en favor de la República catalana, fuese hacerse una selfie como recuerdo de un día tan señalado. Una selfie premonitoria. Autorretrato del año de las emociones fuertes, mientras desahucian a los primos convergentes. Ese es el estilo que viene.
Esa es la primera y más verídica declaración de intenciones de la futura clase dirigente catalana, llamada a sustituir a quienes estas semanas son objeto de registro policial.
La posmodernidad admite ironías que eran casi inimaginables en los momentos más dramáticos del siglo XX. Un parlamento que no se pone de acuerdo para elegir al nuevo presidente del Ejecutivo, después de unas elecciones que han dividido en dos la sociedad catalana, se propone aprobar de manera inmediata una moción de desobediencia al Tribunal Constitucional y a las principales leyes vigentes, anunciando la próxima instauración de una República catalana, sobre la que la mayoría de los electores no se ha pronunciado, puesto que no figuraba en el programa de la coalición vencedora.
[...] Estamos ante una situación verdaderamente insólita en las democracias europeas. Fuga hacia adelante a toda castaña. En paralelo a esta nueva aceleración táctica del independentismo exprés -insisto, no apoyado de manera explícita por el mandato de las urnas-, la policía registra el domicilio del hombre político más relevante en Catalunya en los últimos cincuenta años y el de diversas personas directamente relacionadas con el partido gubernamental, en busca de pruebas que demuestren el cobro de comisiones por la concesión de obras públicas; el famoso 3%, inscrito ya de manera indeleble en la cultura popular. Mientras la declaración de independencia exprés entra en el registro del Parlament, las televisiones difunden imágenes de la colección de coches de lujo de uno de los principales investigados. El trallazo en la opinión pública es fenomenal. En Catalunya y en toda España.
El grupo dirigente catalán ha decidido la fuga hacia adelante, preso de una doble angustia: la enorme resistencia de la CUP a la investidura de Mas y el temor a una posible desintegración de CDC, ante el salto de cualidad de la investigación judicial, que podría estar contando con nuevos e insospechados informantes».
Más de uno, de dentro del mundo "convergente", se debe estar dando cuenta de que les han hecho el timo de la estampita. ¿Dónde se han metido los "convergentes de toda la vida"? La selfie que acompaña el artículo de Enric Juliana no puede ser más significativa. ¡Estos tíos nos han "robado la cartera"! Y, encima, nosotros, como imbéciles, defendiendo a Mas, que nos ha metido de cabeza en este jardín... ¡Otra vez escogeréis mejor vuestros compañeros de cama, so merluzos!
ResponderEliminarEl Tapir
En efecto, se lo tienen bien merecido, por imbéciles. Ahora el señor Homs empieza la operación de limpieza de los que no están a favor, empezando por el que se chivó de las discrepancias, al que supongo que ya ha detectado el CNI catalán. ¿Será el antiguo jefe de ese organismo -Felip Puig- tal vez?
EliminarEs que fijaros que Mas no sale en el selfie. Están los de ERC + Romeva que no se sabe de quién es. ¿Dónde están los de CDC? Pues no se les ve y cuando aparecen, no parecen muy contentos. Supongo que los "convergentes" no presentían este desbarajuste, por decirlo de manera suave. MJ
ResponderEliminar