Si el sábado fue la nueva y enésima puesta en escena del
Rei Artur, con las grandes pancartas de
"Catalonia is not Spain" y "Gràcies President", ayer le tocó al líder del PSOE
en un acto no tan bien orquestado como el de Mas (todavía le lleva mucha ventaja en eso) pero muy significativo también.
Pedro Sánchez y su bandera —muy al estilo
George Cloney en "Los idus de marzo"—, su terno azul, el vestido rojo de Begoña Gómez (su esposa), todo debe interpretarse en clave presidencial.
El estupor periodístico en torno a la enseña encabeza y engalana todas las crónicas del día en diarios de papel y digitales.
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Begoña Gómez y Pedro Sánchez al acabar el acto |
La de El País lleva la firma de Anabel Díaz:
«En su primer discurso como candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez quiso alejarse ayer de cualquier planteamiento radical y se presentó como el único líder capaz de unir a los españoles para superar fracturas ideológicas y económicas. “Vamos a liderar un cambio seguro y valiente, coherente con nuestros valores socialdemócratas, un cambio que una y en el que se reconozcan todos los españoles”, aseguró a los miembros de su partido, reunidos en el Circo Price de Madrid. Lo que más sorprendió de la puesta en escena fue la bandera española que se proyectó en una pantalla detrás de Sánchez durante buena parte de su alocución. Un gesto con el que el secretario general del PSOE busca afianzar su mensaje de unidad por encima de las posiciones ideológicas».
En el Abc titulan en portada que
"Sánchez se envuelve en la bandera para disimular su deriva radical" mientras que en El Mundo Lucía Méndez utiliza el titular
"Una bandera de España para conjurar el miedo".
Las banderas siempre me sobran. MJ
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