sábado, 10 de noviembre de 2018

Los confesionarios, de nuevo a colación

El padre Fortea es un cura aragonés bastante "rebarbativo" (tal como diría un pariente francés de G.U. llamado Gerardo —"repelente" quizá sería el equivalente más generoso—), paisano de José María Escrivá de Balaguer, el fundador del "Opus Dei", aquí pocas bromas. Está especializado, como quizá sepa más de uno de ustedes, en temas referentes a ángeles, demonios, posesión diabólica y exorcismo. Puede que le hayan visto en más de una ocasión participando en el programa de televisión "Cuarto milenio" (del incombustible Iker Jiménez), si es que son aficionados a esas cosas, o le hayan leído chistes de este estilo: "Espero que no venga el fin del mundo en este mes, porque he invertido en bolsa".

Como esto de los confesionarios debe de estar de moda, ya que la entrada dedicada a ellos, titulada Millás, los confesionarios y las simetrías, ha sido una de las más vistas desde que se inauguró este blog (a finales de 2013), hemos acudido al antes citado padre Fortea, porque algo de exorcismo debe de tener lo de confesarle tus presuntos "pecados" a un sujeto que está sentado en un mueble así y... resultar perdonado tras bisbisear la plegaria impuesta.

Estos son los gustos de ese desagradable cura acerca de tales artefactos, tal como los expresa en su visitado blog:

«Hoy día algunos párrocos colocan en sus iglesias confesionarios modernos. A mí me gustan los antiguos. Esos confesionarios de ahora que son como un cajón grande con dos sillas, no dan impresión de sacralidad. Además, aunque suelen tener una rejilla, ésta es corredera, y suele estar abierta. 

Mis confesionarios favoritos son los góticos. Pero góticos o no, lo bueno de los antiguos es que son un ornato para el templo, tienen rejilla no corredera, se ve claramente si el sacerdote está dentro y si alguien se está confesando. El confesionario de toda la vida es una perfecta sede para el sacramento, respira dignidad y permite al penitente confesarse sin que se le vea si así lo desea. Voy a tener que constituir una asociación para la defensa del confesionario antiguo. O mejor la ACCM, Asociación contra el Confesionario Moderno. Las asociaciones a la contra tienen más encanto. Las asociaciones a favor de algo siempre son más insulsas».


Aquí les ofrecemos algunos modelos de confesionario que quizá no sean del agrado del susodicho padre Fortea. El de la izquierda tiene calefacción en los pies para el confesor y el de la derecha es un modelo de la iglesia de Montbau que conocemos gracias a los buenos oficios de Tot Barcelona, y que evoca al neoplasticista Gerrit Rietveld (1888-1964); un tipo que era hijo de un creativo ebanista y que, en parte gracias a eso, creó muebles de madera bastante innovadores. En cuanto al "aéreo" diseño de los dos centrales, tampoco creemos que sea bien valorado por ese rancio preboste.


Y ya para acabar, al hilo de lo que nos contaba ayer el antes mencionado Tot, más de un cura tendría que pedir perdón por algunas cosas, y no solo por dejar conectado su móvil durante un entierro, que también. Deberían seguir el ejemplo del papa Francisco, primer Papa que se confiesa públicamente en el Vaticano, quizá en representación de otros curas que deberían imitarlo (seguramente con más motivo). Pero éste es un tema delicado en el que no hurgaremos.

El papa Francisco se confiesa en el Vaticano
Viñeta de El Roto  (8/11/2018)

5 comentarios:

  1. Bueno, bueno.... El Francisco se ha arrodillado porque está el G.U. dentro y no ha escogido el cubículo hombre o mujer, si no que se ha "calzado" en medio, no sabe ná este señor tampoco. Menos mal que no ha tropezado con Chistorra creo que está por abrir embajada a orillas del Tébere si no hubiera habido bronca.No olvideis de mirar a su guardaespaldas vestido de Guarda Suizo, y el bedel en la puerta protegiéndose las partes yo creo que no se fía del plumero rojo del guarda y tantas rayas que lleva en el disfraz...En fin corto y pego que si me meto con el modelazo del Paco la voy a liar.

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    1. Es usted un lince, lo sabemos desde hace tiempo, y hoy ha vuelto a hacer gala de su condición. Pensé que nadie se daría cuenta de quién absolvía los pecados del "Santo Padre", pero no recordaba su capacidad de observación...

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  2. Esa foto del Vaticano es muy sugerente, en efecto, y el "modelazo del Paco" es francamente llamativo. Y su postura arrodillado es muy similar a la del personaje de El Roto. Es un tema interesante este de los confesionarios y cuando tenga algo elaborado al respecto se lo haré saber, Uribe.

    Muchas gracias
    F.G.

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  3. Cubículos que siempre me han llamado la atención.
    La iglesia de los Hogares Mundet es un centro de arte moderno, y se dará a perder. En su interior podremos encontrar obras de alto nivel, tanto en escultura como en pintura como en vitral, pero está cerrada y sólo abren algún que otro domingo para los "iaios" que pueblan la residencia que hay en el interior del recinto.
    Un abrazo.

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  4. Yo, más en la línea de El Roto, creo que es más interesante oir qué consideran pecados y de qué se arrepienten (bien sea por atrición o por contrición) los ministros de Dios. (La palabra ministro ya me tira un poco para atrás y si luego sigue lo de Dios, ni les cuento). G.U., magnífico en su papel de "confesador". MJ

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