Pues sí; peligro con la señora Danvers, toda una creación literaria de Daphne du Maurier, hábilmente aprovechada por Hitchcock, quien tuvo muchas dudas a la hora de escoger a Joan Fontaine para el papel principal de segunda esposa de Maxim de Winter (en ningún momento se nos revela su nombre de pila, por cierto) y tampoco quedó satisfecho con su trabajo; pero no tuvo ninguna duda a la hora de escoger a Judith Anderson para ejercer de ama de llaves y quedó encantado con su siniestra actuación. No es para menos.
Felicito a G.U. por su elección de esas líneas del inicio del libro, tan sugerentes, y también por haber encontrado esa estupenda foto para ilustrar el texto. Sospecho que detrás de estos hallazgos gráficos a los que G.U. nos tiene tan acostumbrados, hay una tesonera e ilusionada labor de búsqueda para ofrecernos las mejores imágenes en las que sustentar las palabras de su blog. Y otra cosa: hay que leer Rebecca, es una novela maravillosa.
Gracias por esos elogios "que no merezco". Intento encontrar siempre las imágenes que ilustren mejor lo que se está diciendo, aunque no siempre lo consigo... En cuanto a los textos, a veces es complicado extraer algún párrafo concreto que sea acertado y breve.
Cuidadín, cuidadin a la señora ni me la nombres, aparte de la misoginia del Hitchcok del collons, en 1940 poco o nada se aceptaba del lesbianismo, y de verdad ella la Señora es la única que aparece en el imaginario de rebecca, a la otra ni su padre se acuerda por mucha fontaine que tuviera... que no le sirvió ni para apagar el incendio, no como hoguera para expiar pecados a lo medieval si no como símbolo de una passion o de un "pecado" que no osaba decir su nombre....(continuará)
Bueno, bueno.... anoche tuve pase de "Rebecca" para refrescarme la memoria y así poder contestar a alguien que quisiera increparme. El Tapir debería a ver hecho lo mismo que yo pues exclama: "Pobre Rebeca, ¡que miedo debió de pasar con la señora Danvers!..... me he quedado anonadado . Sr. Tapir, la sra.Danvers estaba loca de pasión contenida con su a la vez señora Rebeca,se le mojaban las bragas cada noche cuando llegaba después de ducharse y la peinaba 20 minutos . ¿se ha preguntado usted el porqué de la bolsa que le bordó?...y que podría contener?.... En fin continuará por lo que veo Un saludo ingrato por aguantarme pero no vapulearme !!
Muy bien ese enlace, en el que queda comentado el trasfondo de Rebecca. ¡Ah! Gracias por la alusión que allí se hace a este modesto blog, en el que no hemos pretendido analizar esa obra.
Pobre Rebeca, ¡qué miedo debió de pasar con la señora Danvers!
ResponderEliminarEl Tapir
Pues sí; peligro con la señora Danvers, toda una creación literaria de Daphne du Maurier, hábilmente aprovechada por Hitchcock, quien tuvo muchas dudas a la hora de escoger a Joan Fontaine para el papel principal de segunda esposa de Maxim de Winter (en ningún momento se nos revela su nombre de pila, por cierto) y tampoco quedó satisfecho con su trabajo; pero no tuvo ninguna duda a la hora de escoger a Judith Anderson para ejercer de ama de llaves y quedó encantado con su siniestra actuación. No es para menos.
EliminarFelicito a G.U. por su elección de esas líneas del inicio del libro, tan sugerentes, y también por haber encontrado esa estupenda foto para ilustrar el texto. Sospecho que detrás de estos hallazgos gráficos a los que G.U. nos tiene tan acostumbrados, hay una tesonera e ilusionada labor de búsqueda para ofrecernos las mejores imágenes en las que sustentar las palabras de su blog. Y otra cosa: hay que leer Rebecca, es una novela maravillosa.
ResponderEliminarGracias por esos elogios "que no merezco". Intento encontrar siempre las imágenes que ilustren mejor lo que se está diciendo, aunque no siempre lo consigo...
EliminarEn cuanto a los textos, a veces es complicado extraer algún párrafo concreto que sea acertado y breve.
Terrible la señora Danvers.
EliminarCuidadín, cuidadin a la señora ni me la nombres, aparte de la misoginia del Hitchcok del collons, en 1940 poco o nada se aceptaba del lesbianismo, y de verdad ella la Señora es la única que aparece en el imaginario de rebecca, a la otra ni su padre se acuerda por mucha fontaine que tuviera... que no le sirvió ni para apagar el incendio, no como hoguera para expiar pecados a lo medieval si no como símbolo de una passion o de un "pecado" que no osaba decir su nombre....(continuará)
ResponderEliminarBueno, bueno.... anoche tuve pase de "Rebecca" para refrescarme la memoria y así poder contestar a alguien que quisiera increparme.
ResponderEliminarEl Tapir debería a ver hecho lo mismo que yo pues exclama: "Pobre Rebeca, ¡que miedo debió de pasar con la señora Danvers!..... me he quedado anonadado .
Sr. Tapir, la sra.Danvers estaba loca de pasión contenida con su a la vez señora Rebeca,se le mojaban las bragas cada noche cuando llegaba después de ducharse y la peinaba 20 minutos . ¿se ha preguntado usted el porqué de la bolsa que le bordó?...y que podría contener?....
En fin continuará por lo que veo
Un saludo ingrato por aguantarme pero no vapulearme !!
Como no me contesta nadie aquí va mi soplón: https://madbar2.blogspot.com/2018/11/nunca-podremos-volver-manderley.html
ResponderEliminarMuy bien ese enlace, en el que queda comentado el trasfondo de Rebecca. ¡Ah! Gracias por la alusión que allí se hace a este modesto blog, en el que no hemos pretendido analizar esa obra.
EliminarCorregido y enlazado si señor, he adjuntado un "clickar" para que vayan directamente a su blogg señor Uribe,
EliminarA su disposición....