jueves, 8 de noviembre de 2018

Acerca del "Hermitage Barcelona"


Esta es la una fotografía de la "casa madre" del Hermitage, situada en el "Palacio de Invierno" de los zares, en San Petersburgo. Un edificio del XVIII  en el que están todos: Leonardo, Rafael, Rembrandt, Tiziano, etc., etc., etc.



Viene esto a cuento porque ¡menuda la que hay armada con el "Hermitage Barcelona"! Es una idea que nació en 2012, avalada entonces por la Generalitat, necesitada de grandes proyectos "per donar il·lusió" en plena crisis y recortes a mansalva. Recordemos cómo cuidaban entre algodones a Adelson (llegando a recibírsele con pompa de jefe de Estado en el Palau de la plaça de Sant Jaume) cuando pretendía crear una "ciudad del juego" tipo Las Vegas en pleno parque agrario del delta del Llobregat, cargándose todo el entorno. Por entonces, además, se les ocurrió ¡montar el procés!

El caso es que la idea de crear una sucursal del museo la acordaron el trilero Mas y el bisbiseante Mascarell durante un viaje a Rusia, que fue polémico por el dineral que supuso esa excursión. No quedaba claro cómo se financiaría el invento, por lo que se entregó a la iniciativa privada, al fondo de inversión "Varia". El emplazamiento era crítico, en pleno puerto, un lugar desde el que, como decía Oriol Bohigas, buen amigo de Chordi (éste estudió en el mismo piso de la plaza Real que después le regalaron a aquél) : "cualquier día se podrá llegar caminando hasta Mallorca" (sic). Se encargó el proyecto a Íñigo Amézola, que lo diseñó según cánones clásicos que evocaban vagamente al edificio original de la "casa madre" en Rusia.

Pasó el tiempo, la cosa se fue durmiendo y el nuevo Ay Untamiento de Colau no veía claro el asunto: por la ubicación, por la posible masificación adicional que podría producir, porque no les gustan nada ni los guiris ni el capital y por el temor a que la cosa no funcionara y hubiera que acabar aportando fondos públicos para rescatarlo.


Toyo Ito: paseo de Gracia  y plaza Europa
Entonces los de "Varia" quizá pensaron que si le daban un aire presuntamente gaudiniano al proyecto (Gaudí es como la Patum de Berga) sería aceptado más fácilmente. Y en esas estamos: le han encargado la propuesta de edificio a Toyo Ito, un arquitecto-estrella japonés (premio Pritzker 2013) que tiene dos obras en Barcelona que desagradan muy especialmente a G.U. La primera está en el paseo de Gracia y, cada vez que pasa cerca, su sola visión ya le produce una terrible migraña. La otra está en la plaza Europa (ya en Hospitalet), un lugar éste último del que se sospecha que ha habido mil mangancias del tipo tres per cent. Cuando uno pasa por allí, acercándose un poco deprimidillo a un conocido centro comercial, le da un mareo ya antes de llegar a esa versión del infierno en la tierra que es... IKEA (por supuesto), al que accede ya hecho polvo antes de introducirse en sus fauces.

"Hermitage Barcelona": la propuesta de Íñigo Amézola 
"Hermitage Barcelona": la propuesta de Toyo Ito
Pero el Ay Untamiento (Ada Colau and the Pisarello´s), que es quien tiene que dar la última palabra, se ha ofendido mucho al enterarse por la prensa (EL PAÍS) de este cambio. En fin, quedamos a la espera. Veremos en qué queda todo este asunto. El que está también está bastante enfadado es el señor Amézola, ya que otro de los que se ha enterado también por la prensa de que le habían puesto una cornamenta de búfalo.


3 comentarios:

  1. En mi humilde opinión de falta absoluta de conocimientos arquitectónicos, digo que no me gusta nada.

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  2. Con independencia de los gustos que pueda tener cada uno, coincido con Gran Uribe en que el edificio del Paseo de Gracia canta como una almeja en el contexto en que está ubicado. En cuanto al de la plaza Europa, de Hospitalet, al tratarse de un edificio singular en un contexto más "deshumanizado", pese a ser bastante "horrrible" parece que no ofende tanto (no sé si pensarán lo mismo los vecinos). Es una obra "de autor" más, de esas en las que el arquitecto lo que busca por encima de todo es dejar "su sello", "caigui qui caigui". La propuesta de Toyo Ito para el "Hermitage Barcelona" persigue el mismo fin en el puerto de Barcelona. Coincido con G.U. en que con las curvas parabólicas se pretende evocar un cierto aire "gaudiniano" que siempre "queda bé" en la ciudad gaudiniana por excelencia...
    El Tapir

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    1. Es verdad, le doy la razón, en ese deshabitado espacio de la plaza Europa un engendro así tiene menos repercusión que en el paseo de Gracia, aunque le confieso que cuando pasé por allí la primera vez tuve cierta inquietud por la salud vestibular de mi oído, en esa parte que rige los temas del equilibrio, que en el pasado me creó ya algún problema. Después de varias visitas a IKEA, allí al lado, ya comprendí que eso venía "en el pack" del viaje al susodicho IKEA.

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