Una jornada aquella que Gran Uribe vivió desde Benicarló, lugar al que suele acudir a refugiarse en este tipo de diadas para la historia que tanto agradan a sus paisanos últimamente. Quedaba reflejada esa huida en la entrada que llevaba por título Uribe se ha escapado.
Desde entonces hemos tenido, entre otros "Momentos estelares de Cataluña": la Constitució del juez Vidal, las siniestras jornadas de septiembre y octubre del año pasado (de infausto recuerdo), la huida a Bélgica como un conejo del mesías Fuigdemont y la llegada de presidenTorra, su representante en la terra catalana, a quien —entre cargolada y calçotada— le ha dado tiempo para sentar las bases para la elaboración de una nueva Constitució per la Republiqueta catalana.
La diferencia con la anterior es que ahora será diseñada, no por el juez Vidal, desaparecido en combate, sino por un comité transversal (?) de gentes de la pomposamente denominada "sociedad civil", formado por, y citamos textualmente a Lluís Bosch en su entrada Virgencita, que me quede como estoy:
Comín |
Todos ellos actuarán bajo la estricta vigilancia de Puigdemont, que delega la supervisión en un tal Comín (si no saben quien es, pregunten por él en cualquier hospital público catalán, de los pocos que nos quedan). A lo mejor me equivoco en algunos nombres de los ponentes constitucionales, pero creo que eso importa poco. Lo significativo es el espíritu de la cosa.[...]
»La Constitución de 1978, esa de la que tanto malhablan, la redactaron políticos, juristas, diplomáticos, etc. La catalana en ciernes la redactarán famosillos de medio pelo. La Consti del 78 salió del diálogo y del consenso entre diferentes, diversos y opuestos. La catalana nacerá del festival nacional-onanista de una panda de amiguetes.
Lo dicho: Virgencita, que me quede como estoy. Y que me quede amparado por la Constitución española, Virgencita, esa constitución que, de tan abierta y generosa como es, incluso permite que un grupillo de fantoches famositos redacte constituciones regionales para goce y disfrute del pueblo. Del pueblo catalán, siempre atónito pero siempre agradecido. Virgencita... ¡ampárame!».
Como todo esto resulta un poco deprimente, vamos con lo de la caída del muro de Berlín y Pink Floyd, en una de las canciones que mejor reflejan aquella época: Another brick in the wall, perteneciente a una obra maestra: "The Wall".
Junto a ese mossén Ballarín, recientemente desaparecido, y abrazado a él, me parece vislumbrar a Juan Laporta. ¿También está metido ese -presunto- mangante en el tinglado?
ResponderEliminarMuchas gracias
F.G.
No me gusta nada que esos cuentistas y saltimbanquis redacten la nuestra Constitució, de hecho creo que con la que tenemos de 1978 ya tenemos bastante, pero me agradaba la Marina Rosell cuando cantaba "La gavina" y debería marchar de ese grupito.
ResponderEliminarMuchas gracias G.U., por Pink Floyd y su canción "Another brick in the Wall" (para mí, una de las mejores que han creado) y, así, contrarrestar tanto cutrerío de la parte superior de la entrada. MJ
ResponderEliminarDe los personajes que figuran en el cuadro de padres y madres de la Constitució.
EliminarGracias a ti, MJ, por estar ahí. Esa canción me sigue encantando. A un amigo de doña Perpetua (llamado Juan C.), fallecido trágicamente en San Pol de Mar en 1984, también le entusiasmaba y, cuando nos acordamos de él, ponemos en el tocadiscos "The Wall" un poco a modo de homenaje.
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