jueves, 15 de noviembre de 2018

Inés Arrimadas en TV3

Leíamos anteayer un comentario que hacía Albert Soler sobre la "entrevista" que le hizo el director de TV3 (un tal Vicent Sanchis) a Inés Arrimadas el pasado domingo, actuando a modo de hooligan, tal como ha valorado aquello la propia Inés, quien, dicho sea de paso, tiene bastante mérito por aceptar introducirse en las fauces de aquella santa casa. Total para nada, ya que en ese momento TV3 registró los peores índices de audiencia en mucho tiempo, pero eso  fue debido a que sus teleadictos abandonaron provisionalmente la cadena en enérgica protesta porque el personaje más odiado por los procesistas apareciera en "la nostra" (o la suya, mejor dicho).

Pero TV3 mataba dos pájaros de un tiro. Por un lado, fingía ser una cadena plural trayendo a un sparring, tal como ya ha hecho otras veces; y por el otro, aprovechaba para intentar dejar grogui a Arrimadas, empresa harto complicada, porque a esa señora no será fácil dejarla fuera de combate por una entrevista de ese sujeto. Eso quizá solo podría conseguirlo MonicuatrocientosmilTerribas, llamada así por los euritos que le pagan el Pepet i la Maria para que nos adoctrine bien y nos amoneste si no comulgamos.

Pero a lo que íbamos. Escribe Albert Soler (otro que tiene mérito), en su artículo titulado Sanchis, el dur:

 «Lejos de mi intención querer dar lecciones de periodismo a Vicent Sanchis , director de TV3 por la gracia de Dios. Lejos de mi intención porque no tengo ganas de perder mi valioso tiempo, cuando lo puede hacer cualquiera con más capacidad que él, por ejemplo mi hijo de ocho años. O la niña de 4 años que le ha tocado apadrinar este año en colegio y que todavía no sabe leer. Como Sanchis.

La niña le podría explicar muchas cosas al mediocre periodista valenciano. La primera, que dejara la propaganda en el departamento de publicidad de la casa. Mostrarse como un entrevistador duro, incluso inquisidor, podría ser un mérito... si lo fuera siempre. Me parece perfecto que se disfrace de periodista agresivo cuando entrevista a la cabeza de la oposición y líder del partido que ganó las elecciones catalanas.

Vicent Sanchis, director de TV3, entrevista a Inés Arrimadas, ganadora de las últimas elecciones en Cataluña (11/11/2018)

Lo vomitivo es que después, cuando entrevista a políticos lacistas, como Presidentorra o el fugado Puigdemont, caiga de rodillas ante ellos. Y no porque se encuentre en presencia de la divinidad, que también, sino porque ésta es la postura más cómoda por su papel de meretriz experta en artes francesas. Meretriz de lujo, si hemos de hacer caso a sus ingresos por realizar tan bucal trabajo, pero hay que decir en su descargo que lo lleva a cabo tantas veces y con tanta pasión que, como se dice de las auténticas profesionales, parece que lo haga por amor.

Lo que es amor pasional en unos casos se vuelve despecho cuando tiene delante Arrimadas. Ya sé que incluso las más expertas cortesanas tenían amantes favoritos y que no se puede desear unos con la misma pasión que los otros. Que también un hombre maduro como Sanchis tiene derecho a elegir su objeto de deseo, se ve que las hormonas desbocadas no respetan ni la senectud. Pero se podría contener algo, aunque sea por consideración a las trabajadoras que tienen que pasar después el estropajo para recoger las babas. Y también porque lo hace delante de todos los televidentes, por el amor de Dios, se podría esperar a finalizar la emisión y fuera de cámara degustar -ahora sí- el fruto amargo de la pasión.

La niña apadrinada por mi hijo podría dar muchas lecciones a Sanchis. La principal, tener un poco de vergüenza y de respeto por uno mismo, cosas que a los cuatro años ya se conocen».

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