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Dice Juan Cruz en EL PAÍS de hoy:
[...] "Pues tendrían que haberlo pensado mejor: aplaudir al otro al que has ido a ver es una de las razones para encontrarlo. En estas celebraciones tan solemnes se aplaude sobre todo para decir que se ha escuchado, que se ha tomado nota. Es como responder una carta, un e-mail o un whatsapp. Tú no dices que estás de acuerdo en todo. Ahí tienen a la heredera y a su hermana, que aplaudieron hasta cuando se referían a ellas. Lo que querían decir era que estaban escuchando; y eso mismo tenían que haber hecho Mas y Urkullu, decir que estaban escuchando. Porque, además, mucho de lo que dijo Felipe VI seguro que ellos lo dirían también".
Enlace: Manos quietas
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