Carod y los malos catalanes

Carod señala como 'malos catalanes' a los que se oponen al plan secesionista de Mas

Un inspirado artículo de Carod Rovira —buen amigo de El Tapir— aparecido en Nació digital: La tristeza del autoodio.

[Recordaréis que la cumbre de la carrera política de ese sujeto tuvo lugar en Perpignan cuando, siendo vicepresidente del gobierno de la Generalitat, se entrevistó con ETA para pedirles —presuntamente—que dejaran de matar en Cataluña, y a los demás...  "que les den morcilla". Un entrañable ejemplo de solidaridad interterritorial].

Sigamos. En este escrito disecciona las características de aquellos individuos que no son soberanistas, en base a los siguientes ítems o rasgos tipológicos que pueden ayudar a desenmascararlos:

1) Son militantes en la secta del autoodio. 2) Tienen un menosprecio enfermizo, un odio infinito contra todo lo que sea catalán o que lo parezca. 3) Son gente a la que le molesta ser catalanes. 4) Bastantes de ellos son hijos de colaboradores del franquismo. 5) Entre ellos hay profesores universitarios, periodistas, políticos de segundo nivel, actores y cantantes con aires de progre. 6) Los hay que se sienten mortificados constantemente al recordar que en casa se ganaban la vida trabajando en una portería del Ensanche barcelonés. Otros, en cambio, están hastiados por saberse hijos de la alta burguesía. 7) Son fáciles de identificar, incluso antes de que abran la boca: son aquellos que tienen más cara de tristes y amargados, están permanentemente enfadados.

Dice Carod Rovira:

[...]"Tienen una hipersensibilidad desmesurada con el universo simbólico catalán, tic de irritabilidad dermatológica inusitada, que nunca se produce ante ningún otro universo referencial. En fin, en un debate por televisión o en directo en un acto público, son los más fáciles de identificar, incluso antes de que abran la boca: son aquellos que tienen más cara de tristes y amargados, y que aparecen, ante los ojos de todos, como permanentemente enfadados. No se ríen nunca, ni se les conoce ninguna sonrisa, por leve que sea. Es lógico, la inminencia de su derrota en las urnas no les deja espacio para muchas alegrías. Es comprensible".

¡Caramba, Carod! En esa fotografía parece usted un poco enfadado, a pesar de la inminencia de su victoria...
Por cierto, se le ha olvidado a usted citar a los inmigrantes que no se integran, como sí hizo recientemente el irascible histrioncillo Toni Albà  (a propósito: las imitaciones que hace de usted parecen hechas por su peor enemigo).