lunes, 12 de marzo de 2018

Lengua y sanidad en Ibiza

Gran Uribe está pasando unos días bastante oscuros nuevamente, con congestión, mucosidades diversas, tos, dolor de cabeza, etc. Malito, vaya. Pero a veces abre un ojo, y ha sido en uno de esos momentos cuando ha considerado que quizá sea esta una buena ocasión para tratar un tema de salud que estaba pendiente: una imagen de la portada de El Periódico de Ibiza y Formentera (de 22 de noviembre de 2017) que circula ahora en plan viral por WhatsApp le viene a huevo.

Se ve que la politización de la lengua ha llegado también a Baleares para quedarse. O sea, que en todas partes cuecen habas, y en muchas de ellas son los partidos autotitulados de izquierda los que se ponen más farrucos con este asunto. Que hagan lo que quieran para ganar votos o simular actividad, pero la sanidad, amigos, es sagrada.



El suegro de G.U. posa recostado en una sabina de Cala Vedella
(¡todavía existente!)
El suegro de un servidor, natural de Lorca, llegó a Ibiza como médico rural en 1956. Había tenido anteriormente destino en Espeluy (Jaén), Cantoria (Almería) y un pueblín perdido de los Pirineos. En Lorca no había plaza en aquel momento, hablamos de 1956, aunque salió una cuando ya ejercía en Ibiza, pero estaba ya tan encantado de lo que encontró en la isla pitiusa que no la solicitó. Ni que decir tiene que todo indica que en aquel tiempo Ibiza sí que era una isla mágica.

Naturalmente, el hombre no tenía ni puñetera idea de ibicenco ni la tuvo nunca, pero se las apañó divinamente y los payeses más veteranos y sus descendientes aún lo recuerdan con gran emoción y cariño, como ha podido comprobar en infinidad de ocasiones este bloguero. La lengua no fue en ningún momento un problema entonces, pero por lo visto sí que lo es ahora, en la internacional Ibiza del siglo XXI.




Vamos con el asunto que nos ha traído hoy aquí. Los médicos, enfermeras y auxiliares de clínica lo tienen bastante mal. El gran problema para encontrar personal en ese campo era hasta hace poco solamente la enorme la dificultad para que la gente de fuera quisiera venir a ocupar plaza en el aparatoso nuevo Hospital de Can Misses, dada la escasez y el altísimo precio de alquiler de los pisos (casi todos dedicados a la especulación turística, claro), que en muchos casos casi llega a superar incluso el sueldo del trabajador. Pero, amigos, ¡éramos pocos y parió... ¡la lengua!

La imagen que circula por WhasApp
La neuropediatra Antón, la única que hay en el hospital de Can Misses, nunca ha tenido problemas lingüísticos con sus pacientes: ella habla español de Argentina, también inglés, y sus pacientes español de Ibiza o incluso también inglés. Pero es que han llegado los políticos pancatalanistas del govern balear y el pasado noviembre parieron un decreto salvífico para mejorar la sanidad que pagan sus súbditos: o sabes catalán o no puedes ejercer en el sistema sanitario, aunque seas Hipócrates.

¿Tan difícil es entender que los pacientes —que pagamos la sanidad— sólo queremos un médico que sepa curarnos? ¿Por qué no nos quitáis las manos de encima, partida de fanáticos? ¿No tenéis otros asuntos perentorios que resolver?




La cosa se ha suavizado un poco ahora, porque el "decretazo" inicial exigía tener ya título de catalán incluso para presentarse a oposiciones de médico de cualquier especialidad, enfermeras, auxiliares, etc. Como hubo mucha polémica, ahora se ha rebajado un poco, aunque persiste el problema, según nos explicaba la prensa la semana pasada:

Riesgo de éxodo de médicos en Baleares 

por la imposición del catalán


«El nuevo decreto del Govern balear, en manos del Partido Socialista, los ecosoberanistas de Més y el apoyo externo de Podemos, dice que los médicos y auxiliares de enfermería tienen que sacarse un título de catalán. Ahora pueden presentarse, aunque para empatar los puntos con alguien que tenga el nivel de catalán exigido necesitan un doctorado o haber publicado siete libros de medicina. Si aún así lograran la plaza el Govern les obliga a sacarse el título en dos años. De no hacerlo se quedarán sin traslados, sin promoción interna, y no podrán tener acceso a la carrera profesional. 

Ninguna otra Comunidad tiene este nivel de exigencia con la lengua de los médicos."El problema no es el catalán, no estamos en contra del catalán, pero en Ibiza y Formentera especialmente es un problema añadido a todos los que ya tenemos para conseguir médicos", dice Miguel Lázaro, del Sindicato Médico. Para Claudio Triay, de urgencias del hospital Mateu Orfila de Menorca: "Encima se está consiguiendo que la gente reniegue del catalán, se crea aversión, lo estoy escuchando entre los compañeros de continuo, y es algo que como menorquín me duele"».


4 comentarios:

  1. Este es el gran problema. Que se premie por prejuicios y no por hechos constatados.
    Si los americanos hubieran actuado de la misma forma no se habría llegado a la Luna, con un alemán en la cabeza de la ingeniería.
    De todas formas esto es parte de la chabacanería de los que mandan que no desean perder sus privilegios y van al "y tu más".
    salut

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  2. Todo sea por la tribu. Los que vengan que se adhieran a ella. MJ

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  3. En Euskadi lograr una plaza de empleo público sin euskera es imposible o casi. Así consiguen que ningún "español" acceda a esos puestos, reservados en la práctica a los vascos euskoparlantes (con más probabilidad de ser nacionalistas). Aunque luego, ese mismo vasco puede concurrir en Ciudad Real en igualdad de condiciones que un lugareño. El idioma es aparentemente lo importante, pero lo jugoso son los verdaderos objetivos, disfrazados de efectos colaterales.
    Mateo M.

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    1. Has puesto el dedo en la llaga: los verdaderos objetivos.

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