Lo hace a partir del famoso de documental de Leni Riefestahl, "El triunfo de la voluntad", del que les dejamos a ustedes el enlace más abajo (dura casi dos horas pero no tiene desperdicio). Al hilo de este asunto, comenta Marías:
«En los últimos tiempos se ha impuesto una consigna según la cual, en cuanto alguien menciona en una discusión a Hitler y a los nazis, pierde inmediatamente la razón y no ha de hacérsele más caso. Me temo que esa consigna la promueven quienes intentan parecerse a los nazis en algún aspecto. [...]
En 1998 escribí un largo artículo en El País (“El triunfo de la seriedad”), tras ver el documental El triunfo de la voluntad, que la gran directora Leni Riefenstahl (curioso que las feministas actuales no la reivindiquen como pionera) rodó a instancias del Führer durante las jornadas de 1934 en que se celebró en Núremberg el VI Congreso del Partido Nazi, con más de doscientas mil personas y la entusiasta población ciudadana. Entonces los nazis no eran aún lo que llegaron a ser, aunque sí sumamente temibles, groseros, vacuos, pomposos y fanáticos. Faltaban cinco años justos para que desencadenaran la Segunda Guerra Mundial».
Enlace a: El triunfo de la voluntad
Y destacamos aquí otro fragmento de la columna de hoy de Javier Marías, titulada Nazística:
El discurso independentista cada vez suena peor, da más grima y, como dice Marías, "..... eso conviene señalarlo en cuanto se detecta o percibe". Por lo tanto, él que puede, lo expone clarísimamente.
ResponderEliminarPero eso no es lo que dicen cuando se exilian y salen por ahí, Dinamarca o Suiza, ya que adoptan unos aires y argumentan de manera muy diferente. Además, saben organizarse y conseguir apoyos. O por lo menos es lo que venden. MJ