jueves, 22 de marzo de 2018

El "procés" homenajea a Magritte. Y Boadella, casi también

René Magritte ("Ceci n´est pas une pipe") / granuribe50
Vamos progresando, hermanos. De un prófugo de la justicia (Fuigdemont, ya saben), pasamos a un presidiario pelmazo (Jordi Sànchez), y de éste a un conspicuo representante de la Convergència del 3%, Turull (en la imagen), un fiel lacayo de Jordi Pujol y de su poderosa famiglia (Oriol incluido),

Hablamos ahora de un tipo mediocre, que se mojó en su día el culo más de la cuenta (quizá pecó de tonto útil), y que hay quien piensa que tiene un poco de cara de burro (aunque puede que no lo sea, con lo que contravendría la máxima que reza: "Según San Andrés, el que tiene cara de burro, lo es"), y que tiene "pinta de oficinista de los años 50, al que solo le faltan los manguitos y la visera" (la frase no es de G.U. sino de nvts, vertida en otro foro). Pues bien, de ese triste individuo hay quien habla ya como de "un presidente de transición", aunque no se sabe muy bien hacia qué Ítaca. Pero, ojo, no está dicho que ese sujeto, que no tiene pinta de mártir, no huya en breve de aquí y pida alojamiento en Waterloo, en condición de exiliado, claro. Pero, en ese caso, se va a tener que dar prisa. Aunque, cuantos más huyan de la justicia, peor lo tienen los otros.

En fin, qué decir, para ese viaje Gran Uribe prefería al timonel por excelencia: el inolvidable Artur Mas, con aquellas impagables puestas en escena, llenas de pompa y circunstancia. Pero no es descartable que haya algún insospechado sujeto en la recámara (o no tan insospechado); de hecho ya hay quien ya da muestras de querer ocupar la poltrona.

Si acabara cuajando lo de Turull (poco probable), se habrá conseguido lo fundamental, que no es formar gobierno, por supuesto, sino seguir mareando la perdiz en Cataluña, mientras todos continúan viviendo del cuento y CocoMocho y sus amigos siguen cagándose en España y presentándose como unos pobres pacifistas víctimas de los excesos de una dictadura atroz. ¡Bonito panorama! No tenemos arreglo.



Y mientras tanto... Albert Boadella ha viajado a Bruselas, superando unas condiciones climatológicas adversas y se ha situado con la bata blanca de psiquiatra, esa que reclamaba Julio Caro Baroja, frente al palacete de Fuigdemont, sede de la republiqueta "en el exilio", ante la mirada impertérrita de unos mossos d´esquadra, suponemos que aportados por Tabarnia porque su vestimenta era rara. Surrealismo en estado puro. El asunto no merece otra cosa...



2 comentarios:

  1. Una representación a la altura de las circunstancias. Como dice G.U. en la línea que merece el asunto.

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  2. Uffff....¿de verdad nos merecemos esto?
    hemos retrocedido a la generación del 98. Unamuno y su estado permanente de congoja; Valle Inclán y su esperpento; Azorín y lo trágico...

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