Un 'Golpe' contra Cataluña

Ya en vísperas de su partida a la "isla mágica" —así califica a Ibiza El Tapir—, paradisíaco lugar donde Gran Uribe aspira a desconectarse del prusés (no así de otros asuntos que vayan surgiendo, ojo), unos últimos apuntes bastante serios sobre este preocupante asunto.
La "llista del president" pretende, como es sabido,  proclamar la independencia de Cataluña con el 50% + 1 de los votos de los diputados del Parlament.
Pues bien, tal como viene a explicar Xavier Vidal-Folch en su artículo titulado Un 'Golpe' contra Cataluña, cambiar el Estatut con el 50% de los escaños y no con los dos tercios del Parlament, como se pretende al proclamar de ese modo un asunto de tal relevancia, equivale a destruir la legalidad catalana.
Dice, entre otras cosas:

[...] «Y su consejero de Presidencia, Francesc Homs, que equipara la ley democrática española a la dictatorial (“en época de Franco también había legalidad”) para despreciar a la democracia, se muestra entusiasta de una “legalidad catalana”, que según él no existe, sino que la “habrá”.
Quizá olvida que él mismo contribuyó a redactarla. Pero desmemoriado o no, existe una Ley catalana, el Estatut o Constitució interna de Catalunya, que es al tiempo ley orgánica española, y que en su decisivo título VII no fue modificada por el Tribunal Constitucional. Y este título séptimo es clave porque contiene la norma por la que se pude modificar la norma máxima. Establece el artículo 222 del mismo que, entre otras condiciones, la reforma del Estatuto “requiere el voto favorable de las dos terceras partes de los miembros del Parlamento”.
Es decir, no basta la mayoría simple de la mitad más uno, sino que se exige una mayoría reforzada, cualificada. Así ocurre aquí y en toda democracia cuando se adoptan decisiones de gran trascendencia política, y singularmente, modificaciones constitucionales.[...]

Pregúntense también: ¿por qué algunos nacionalistas —y por tanto, en teoría, defensores de la Nación en su conjunto— no exijen motu proprio, para algo tan trascendental como una secesión, contar con una mayoría reforzada de ciudadanos, como existía para realizar un referéndum? ¿Cómo es que se parapetan (y se alegrarían), en lograr el apoyo de Media Nación, y ni siquiera en votos populares, sino en escaños? Esta pretensión es nacionalmente vergonzosa, democráticamente oprobiosa y un escándalo para cualquier Estado de Derecho».

Enlace: Un ‘Golpe’ contra Cataluña

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Sigue pendiente un asunto que todos los grupos parlamentarios dicen considerar de la máxima urgencia: la tramitación de una ley electoral catalana. En efecto, tal como señalaba EL PAÍS hace unas semanas, "Cataluña se queda sin ley electoral por las discrepancias entre los partidos". Como es sabido, actualmente el valor de los votos depende de la provincia donde están censados los ciudadanos que los emiten, de manera que favorece a las tres provincias menos pobladas a expensas de Barcelona. Así, un voto en Lérida vale 2,3 veces un voto de Barcelona; el de Gerona vale 1,6 veces más y el de Tarragona 1,5.
¿Entienden ahora por qué no se ha aprobado una electoral catalana en esta legislatura y la trampa que supone de cara al 27ese?

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P.D.1 Referente a que los Pujol no estaban solos cuando robaban (presuntamente) a calzón quitado, se recomienda una lectura del artículo de Francesc de Carreras titulado exactamente así: "Los Pujol no estaban solos". P.D.2 “El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen fiables y el asesinato respetable y para darle apariencia de solidez al mero viento” [George Orwell] P.D.3 La regidora de Barcelona Ada Colau defiende que "la ciudadanía pueda ejercer su derecho a decidir" y que esto no sea "un problema" frente a un Estado con "una salud democrática deteriorada". Comentario de texto: Véase si España tiene la salud democrática deteriorada, que su sistema permite ser alcalde con 11 escaños de un total de 41, como es el caso de Barcelona. Sin esas leyes de la podrida democracia española la señora Colau no sería alcaldesa. O estaría en su casa o chupando oposición como una bendita; en cualquier caso, no hubiera tenido la oportunidad de desarrollar esa "brillante" política que en otro tipo de sistema no se le permitiría: quitar el busto de Juan Carlos y borrar el nombre de Felipe de todas partes, deshauciándolos antes que a los guiris que superpueblan y destrozan la Barceloneta y a los ladrones que se aprovechan de ello. Otra cosa es que entre los políticos españoles haya un buen porcentaje de mangantes (por acción u omisión, léase el artículo "Los Pujol no estaban solos" citado más arriba). Pero si éste es el problema para la señora Colau, quizá lo mejor que podría hacer es no apoyar al señor Artur Mas y a lo que representa, que... en fin, no añadiré nada más por ahora... La "isla mágica" dulcificará las ideas de este modesto bloguero, presuntamente. ¡Hasta pronto!