lunes, 20 de julio de 2015

¿Colar goles al Estado?

Francesc de Carreras en su artículo nos comenta el cachondeo que supone lo de "colar goles al Estado" sin que pase nada.

Mas, estrenando look, pasa un brazo protector por el lomo de Felipe
«Hace ya varios años que el desprecio al derecho —a la Constitución, leyes y sentencias— se ha instalado cómodamente en la Cataluña oficial. El presidente de la Generalitat, consellers, diputados y dirigentes de partidos nacionalistas, declaran con frecuencia que están dispuestos a saltarse la ley o incumplir una sentencia y aquí no pasa nada.[...] Pero esta ola de desobediencia al derecho está llegando a peligrosos límites. La deslealtad se exhibe con desenfado. Oriol Junqueras dijo hace unos días en una entrevista radiofónica que estaban procurando “colarle goles al Estado” y añadió, en referencia al llamado proceso independentista, que la intención era ir esquivando las decisiones del Ejecutivo: “No daré pistas al Gobierno español de lo que decimos en las conversaciones para esquivarlo”.

Así hablaba Pujol
Así es como se trata a los enemigos. Con este malsano ambiente cívico estamos entrando en campaña electoral. Convergència, Esquerra y las asociaciones que manejan, se ha unido en una extraña lista electoral que, por el momento, en caso de tener mayoría, propone aprobar rápidamente una ley, llamada de transitoriedad, que se aplicaría de forma preferente a lo que denominan legalidad española, quedando ésta como derecho subsidiario, es decir, sólo aplicable en defecto de que no sea contradictorio con la citada ley de transitoriedad que, además, incluiría los instrumentos necesarios para saltarse las “trabas” que pudiera poner el Estado. 

Con esta delirante fórmula, una especie de golpe posmoderno de Estado, en caso de obtener una mayoría favorable, Cataluña se separaría de España y se declararía independiente.[...]

Ni Junqueras, ni Mas, ni cualquier otra autoridad autonómica, pueden colar goles al Estado, que está bien pertrechado jurídicamente para defenderse, es decir, para garantizar los derechos y libertades de los españoles, que es su único objetivo. Y si determinados partidos quieren separarse de España —y, por consiguiente, de Europa— también hay procedimientos para ello. Sin embargo, como todo en la vida, para alcanzar unos objetivos siempre hay que cumplir ciertos requisitos y, también en la vida sucede lo mismo, éstos nunca pueden estar basados en el engaño, la ocultación, la mentira y la deslealtad».


[Obsérvese como el invitado (rei Artur) intenta que el anfitrión (Rey Felipe) pase primero]

5 comentarios:

  1. Por favor, pero, ¿Qué hemos hecho para merecer esto? MJ

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    1. No hay duda, hemos debido de ser malísimos. Si dejamos que se lleve a cabo (seguramente por omisión) el dislate que pretenden estos sujetos (y "sujetas"), no tendremos perdón de Dios. Y ya no hablo sólo de Rajoy, del que no se pueden esperar grandes "hazañas", sino de los catalanes disconformes con esta alocada aventura. No hay que dormirse. ¡Hay que deshacerles el "chiringuito" como sea!
      El Tapir

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    2. Javier sardá no es santo de la devoción de Gran uribe pero pisa fuerte, no le debe nada al "Régimen" y puede decir lo que piensa sin problemas. En su artículo "Ya no soy de Barça" dice, entre otras cosas:
      «Aquí hay muy poca gente que tenga el valor de decir lo que realmente piensa. Suena casi petulante, ¿verdad? Pues sí, en Catalunya se contemporiza hasta lo inenarrable. Naturalmente no hablo de los que son independentistas, que viven felices en una especie de intensivo Mobile Congress soberanista. Hablo de los pusilánimes que no se atreven a decir que no lo son. Hablo del canguelo con el que mucha gente dice en voz baja que Mas se ha subido a la parra y que esto será un desastre. Hablo de los amilanados y sus miedos.
      Me refiero a los que casi tapándose la boca aseguran que esto de la independencia es inviable y esperan que no prospere. Hablo del acobardamiento de los que sintiéndose amenazados por el discurso orgánico deciden callar. Hablo del silencio público y del murmullo privado».
      Dirección: http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/soy-del-barca-4367579

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  2. Con esta sencilla frase "Aquí hay muy poca gente que tenga el valor de decir lo que realmente piensa", Sardá describe una situación que no es meramente coyuntural, sino"estructural" y que el viejo Tapir identificó hace muchos, muchos años, todavía luciendo pantaloncito corto. Ello no sería un gran problema (todas las sociedades tienen su "talón de Aquiles", al que uno acaba por acostumbrarse) de no ser porque en los últimos años, sobre todo a partir de la eclosión del famoso "prusés", se ha intensificado de forma exagerada. Diga lo que diga Rajoy, la situación es muy grave, y nadie adivina qué puede hacer el gobierno a estas alturas para controlarla. Por consiguiente, no hay que esperar milagros por parte del gobierno. La respuesta al "prusés" tiene que venir de nosotros mismos, vía votación masiva en las elecciones pretendidamente plebiscitarias. Si no vencemos a la abulia y no nos sacamos ese complejo de encima acabarán arrollándonos. Personalmente, confío en todos vosotros, porque yo no voy a poder votar, por vivir fuera de Cataluña.
    Me estoy poniendo de muy mal humor, así que vamos a dejarlo por hoy. Saludos y ¡ánimo!
    El Tapir

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  3. Pues sí, hemos callado demasiado tiempo. Eso es lo que hemos hecho. No sé si se va poder enmendar tanto silencio. A mí también se me agría el humor cuando lo pienso.

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