¿Qué hacías el día que murió Jim Morrison?

Gran Uribe no recuerda qué hacía ese día, aunque sí sabe que le dolió un montón, quizá porque teníamos grabada esa mágica canción —Riders on the Storm— en un pequeño magnetofón "REMCO" y la oíamos muchas veces. Tenía un no sé qué, con los truenos, la lluvia cayendo, el pianito, la guitarra y esa voz tan llena de melancolía.
Bueno, ese tal "REMCO" era un viejo cascajo —que precedió por poco a los míticos cassettes— que sonaba bastante mal pero, aún así, lo que de allí salía forma parte de la banda sonora de la vida de Gran Uribe, como se suele decir. No siempre la música que más emociona es aquella que se escucha en las grabaciones más estupendas...

«Este viernes se cumplen 44 años de la muerte de Jim Morrison. El cantante de The Doors fue encontrado muerto a los 27 años en la bañera de su piso en el barrio parisino de Le Marais el 3 de julio de 1971. Se marchaba así el hombre y llegaba el mito del rock. Por supuesto, siguen vigentes las teorías conspirativas que hablan de asesinato o suicidio.

Morrison, uno de los artistas más evocadores de la segunda mitad del siglo XX, dejó un legado digno de recordar. [...] 

The Doors, la banda en la que ejerció como magnético cantante y letrista, funcionó apenas durante ocho años, entre 1965 y 1973. A pesar de esto, su música sigue vigente en las nuevas generaciones y marcada a fuego en los más veteranos».

Enlace: Jim Morrison en cinco canciones

Antonio Muñoz Molina, un enamorado de su música, le rinde un merecidísimo tributo en el segundo capítulo de su novela El jinete polaco, titulado "Jinete en la tormenta", retomando en singular el título de la maravillosa canción de Morrison.
Una excelente novela, por cierto, muy probablemente la mejor de las suyas antes de que se convirtiera en un pelma de tomo y lomo (especialmente en sus artículos, bien escritos pero bastante pesados), todo ello en la modesta opinión de Gran Uribe, por supuesto. ¡Pobre Elvira Lindo!