martes, 19 de septiembre de 2017

Quien insulta a Marsé... insulta a Gran Uribe

¡Ay Marsé, Marsé! Quisiera hacer una carta abierta dirigida a ti, pero no dispongo de facultad literaria alguna, ¡qué más quisiera! Por ello solo puedo decirte, en un alarde de inspiración, algo parecido a lo que un tipo tan oscuro y poco alentado por las musas como Rajoy dijo a un turbio sujeto llamado Bárcenas: "¡Sé fuerte, Juan!" (él dijo 'Luis', claro).

Pero lo hago sin coña alguna. Fuertes tenemos que ser, porque esto empieza a ser difícil de soportar. Yo confieso que lo estoy pasando un poco mal, casi como el personaje de Forges de las viñetas que publiqué ayer, aunque nadie me haya insultado ni amenazado. Incluso reconozco que alguna noche me despierto algo sobresaltado y padezco, desde hace un tiempo, algunos dolores cervicales y de cabeza, que doña Perpetua achaca al "Proucés", quizá con acierto.

Malos tiempos para la lírica, como se suele decir, aunque parece ser que muy buenos para la épica, me refiero a la de medio pelo. Lo digo porque no me gusta nada lo que veo, me parece revivir algo muy casposo y muy antiguo, pero sé que tú estás por encima de todo eso, por suerte para los que te leemos desde hace ya cincuenta años.


Lo de los carteles de Assenyalem-los! lo avaló, en cierto modo, el propio president Puigdemont con su ya famoso "¡mírame a la cara!" dirigido a los alcaldes 'disidentes'. Y así amenazan ahora a esos alcaldes, a concejales, periodistas, directores de colegio, y quizá pronto a intelectuales y ciudadanos conocidos no procesistas que se hayan atrevido a decir "esta boca es mía".

Muy poco falta para que lo hagan con los artistas como tú. Algo así se hizo durante el nazismo con pintores y escritores, prohibiéndoles pintar o escribir. [¡Lean "Lección de alemán", la novela de  Siegfried Lenz, please! —creo que Boadella ya lo ha hecho, y en el bachillerato alemán es de lectura obligatoria, tengo entendido—].

Bueno, en resumen, que lo sepas: quien insulta a Juan Marsé... está insultando a Gran Uribe. Todo esto va porque hemos leído con tristeza que hay descerebrados que se dedican a emborronar tus libros con escritos de muy bajo nivel. Se dirá que eso no es nada, solo libertad de expresión y democracia, pero siempre se suele empiezar por 'minucias' así.



En fin, visto lo que estamos viendo y oyendo, nos refugiaremos en los evangelios, ya que a este paso va a resultar que no podremos hacerlo en nada más tangible. Dijo JC: "¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!".

Leemos en la prensa de hoy:

Biblioteca de Cambrils
«Una documentalista de la biblioteca de Cambrils ha denunciado a través de Twitter el hallazgo de unas obras de Juan Marsé pintarrajeados con ultrajes a su autor acusándolo de "botifler" y "renegado". Marsé es uno de los muchos escritores catalanes que ha publicado toda su obra literaria en castellano por lo que en algunos ámbitos culturales se les considera un antipatriota catalán.Los agravios al escritor se han rotulado en negro en algunas páginas del interior de obras como Un día volveré, Libertad provisional, Últimas tardes con Teresa y La oscura historia de la prima Montse.

Los libros se han localizado, al parecer, esta mañana en las cajas que la biblioteca de Cambrils tiene destinadas a bookcrossing -préstamo de libros en lugares públicos entre particulares-, por lo que se desconoce la autoría de esta gamberrada.El autor o autores de la misma también han tachado el término "Barcelona" -la ciudad de nacimiento de Marsé- en la solapa de una de las obras en la que se reproduce la biografía de Juan Marsé y se ha sustituido por la palabra "renegado"».

3 comentarios:

  1. Primero se inutilizan, después los queman.
    Así de sencillo

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  2. Insultado estoy.
    El Tapir

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  3. ¿Será posible? Insultada también yo. Ahí me quedo, como dice Graciano Palomo.
    nvts

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