El impostor en el Congreso

Hoy, 27 de enero, se cumple el 70º aniversario de la liberación de Auschwitz.
También se celebra el 10º aniversario de la impactante intervención de Enric Marco en el Congreso de los Diputados como presidente de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos, que agrupa a los republicanos supervivientes de los campos de concentración nazis en Alemania y a sus familiares y amigos.
En ese foro, entre otras cosas, recordó emocionado los momentos en que "llegábamos a los campos de concentración en esos trenes infectos, para ganado, nos desnudaban, nos mordían sus perros, nos deslumbraban sus focos", así como "aquellas noches en la barraca, en un ambiente turbio y denso de humanidad, en los cuales sentías un alarido, un grito de animal herido". Y añade: "No podemos repetir. No podemos ver más a esas madres con los críos en brazos muertos de hambre y las ubres vacías para darles leche"; "No podemos permitir que se repitan nuevos campos de concentración, como los de Guantánamo, Irak o Palestina".
Aunque esa apostilla final molestó mucho al embajador de Israel —cosa habitual, por otra parte—lo cierto es que varios parlamentarios lloraron "a moco tendido" con las sentidas palabras de Enric Marco, como por ejemplo Carme Chacón, por aquel entonces vicepresidenta primera del Congreso.
Apenas tres meses después, el historiador Enrique Bermejo reveló que ese sujeto ni había estado exiliado en Francia ni fue nunca deportado al campo de concentración nazi de Flossenbürg (Baviera) por colaborar con la resistencia francesa, tal como Marco les había hecho creer a todos. Casi todo era falso, adobado con alguna que otra verdad para hacerlo creíble.

Como es lógico, ese asunto interesó muy rápidamente a Javier Cercas, de tal modo que le ha dedicado —con intermitencias— nueve años, hasta la publicación de El impostor, una gran novela sin ficción aunque saturada de ficción, la que pone Marco, ese personaje al que intenta desentrañar el autor:
Qué parte de verdad y qué parte de mentira hay en él —y en nosotros— y el porqué de la impostura.

Muy en resumen, Cercas nos viene a contar lo siguiente: ese sujeto estuvo en 1941 trabajando como mecánico en una fábrica de armamento alemana, a raíz de un convenio entre Franco y Hitler. Allí la Gestapo le metió en la cárcel tres semanas por hacer proselitismo comunista entre sus compañeros. Después le facturaron para Barcelona rápidamente. Sus siguientes 35 años los pasó trabajando en un sórdido taller de reparación de coches de la Travesera de les Corts, en Barcelona.

Eso debió de parecerle un poco mediocre, de modo que —nadie sabe muy bien cómo— aparece en 1977, ya como Secretario General de la CNT de Cataluña, en un histórico mitin en Montjuic junto a Federica Montseny, recién regresada del exilio. La cosa tiene mucho mérito porque ni había participado nunca en actividades antifranquistas ni en lucha sindical alguna. Le acabaron defenestrando.

Después de un período como presidente de las Asociaciones de padres de alumnos (FAPAC), cargo que tampoco se sabe cómo pudo llegar a ocupar, se le ocurrió la brillantísima fantasía de que había estado internado en el campo de concentración de Flossenbürg, donde supuestamente las pasó "canutas".
Su historia tuvo tal credibilidad que llegó a ser presidente de la antes citada Asociación Amical de Mauthausen durante varios años y a dar conferencias por todo el mundo, incluido Ripollet.

Enlace una entrevista a Cercas en el programa de TVE1  "Pagina 2": Javier Cercas sobre su novela "El impostor"
Enlace a un breve reportaje de TVE2: Enric Marco, falso superviviente del holocausto
Enlace a un artículo de Mario Vargas Llosa de 2005: Monstruoso y genial

Santiago Fillol y Lucas Vermal rodaron en 2009 un documental con Marco —ya delatado como impostor—y se trasladaron con él a Flossenbürg. Circula por YouTube y Vimeo y tiene interés. Aquí Gran Uribe os ofrece el tráiler.