Pablo Iglesias durante un mitin / (Imagen de archivo) |
[...]«Por eso, cuando veo en un video al señor Iglesias puño en alto en un mitin de hace unos años, donde el de al lado agita amenazante la imagen de Lenin, me imagino qué dirían si alguno de la derecha se hiciera una foto con la imagen de Mussolini como estandarte. Ahí te das cuenta de que este tipo es un exaltado, un radical con cuentas pendientes que saldar. Un taimado que quiere dar gato por liebre, pero que a poco que le mires, le notas todas las costuras.
Peeero... es tristemente cierto que si los que han mandado no hubieran sido tan majaderos, si no hubiera tanta gente en la desesperanza, si las cosas no se hubieran hecho tan rematadamente mal, si los jóvenes no tuvieran un futuro entre negro oscuro y marrón de m... este señor no sería más que un espantajo. En el fondo, rescatando la motivación básica de esas ideologías, por muy caducas que estén, ha logrado que muchos vean una posibilidad de revancha ante tanta chulería rampante como hemos sufrido. A sus posibles votantes no les podemos recriminar nada, salvo la ingenuidad, algo que seguro no tiene su líder espiritual. Por eso no me gusta nada».
Mateo M.
Por su parte, Alberto Corazón, un diseñador que cuenta con la absoluta estima de este modesto bloguero, escribe otro buen artículo, en el que nos insta, entre otras cosas, a no votar a ese sujeto. Gran Uribe hará caso al gran maestro:
«Ni en nuestras peores pesadillas muchos de los indignados ciudadanos del 15-M que ocupamos las plazas de las ciudades habríamos podido soñar con este escenario inicuo. Las críticas y reticencias iniciales a aquellas espontáneas movilizaciones del 15-M en todo el país eran por su carácter asambleario popular. Pablo Iglesias lo ha resuelto de un plumazo. Aquella espontaneidad ha sido sustituida por un férreo presidencialismo. Y la denuncia del poder, la “vieja casta” política, ocultaba que su propósito era el de crear una “nueva casta” controlada por su liderazgo.
Alberto Corazón |
Cuando todas las fuerzas de progreso y reformistas estaban de acuerdo en expulsar a Mariano Rajoy y a la corrupción de la vida pública, Pablo Iglesias votó en contra y salvó al PP de una derrota cantada. La razón era que se le negaba la vicepresidencia y algunos ministerios como botín del acuerdo. Si este país quiere un Gobierno de progreso con nosotros, debió pensar, no le va a salir gratis.[...]
Ahora que las cosas ya están más claras [...] nuestra oportunidad y nuestro futuro están en nuestro voto. ¡Ciudadanos de bien: acudamos a las urnas!»
[Alberto Corazón es pintor, escultor y miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes].
Enlace: Arrepentidos, ¡a las urnas!
Es curioso constatar como el proceder de una sola persona, Pablo Manuel Iglesias, puede condicionar el voto a todo un partido político. Parece que tendemos a personalizar y a proyectar la opinión que tenemos sobre el líder a toda la formación. En principio no me parece bien, sin embargo, desde el momento en que Podemos presenta la foto de P. Iglesias como logo en las listas electorales, queda claro que el personalismo forma parte de su ADN político. Lo llaman liderazgos fuertes. Así las cosas, toda la mandanga de empoderamientos, asambleas, horizontalidad..., queda en lo que es, pura retórica. Al final, las protestas, las concentraciones, no dejan de ser la queja de la ciudadanía por tener dificultades serias para ser el clásico burgués, casa, coche, vacaciones pagadas y perro. Se ha perdido la voluntad de cambio profundo de la sociedad, por eso me parece, que la alternativa podemita es falsa, es superficial, araña la superficie de los problemas pero no aporta soluciones claras. Prefería cuando profesaban de ultraizquierdistas. Al menos ahí, sí había voluntad de cambio, aunque no dejaran de resultar viejunos.
ResponderEliminarPues mire, Gran Uribe, me ha hecho ilusión que me ponga en esta entrada. Piense que tengo su blog en Mis favoritos del Explorer.
ResponderEliminarMateo M.
Totalmente de acuerdo con Mateo M, Alberto Corazón, Anónimo 8 de junio 14:37 y Gran Uribe. Pero parece ser que los que creen a Iglesias, o les va tan mal que le van a votar, han aumentado desde el 20D. Bueno, si lo pienso, casi nunca voto a los que ganan. MJ
ResponderEliminarSe vota por inercia. Como automatas. La gente no sabe lo que vota y crecen los enanos. Respecto "al proces", a la chita callando va fent, plantant llavors...pero en su momento se vendio humo conscientes que no podia ser solo pensando en salvar su pellejo o potenciar la proyeccion personal. Mientras todo paralizado.
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