[...] «La admiración hecha pública por Pablo Iglesias, por Julio Anguita, se ha materializado en esta acción de propaganda. La obsesión del viejo comunista por el “programa, programa, programa” hecha, por fin, realidad. Un programa que no es para tirar sino para guardar en el revistero de al lado del retrete, para que resida allí, como permanente recuerdo del compromiso adquirido.
Un encorbatado Julio Anguita, sorprendido en su casa hojeando (mientras efectúa una deposición) el Programa-Catálogo de Podemos de cara al 26J [granuribe50.blogspot.com.es] |
El que primero que se me viene a la cabeza es que yo he estado en Ikea, y no he encontrado la manera de salir, sin completar todo el circuito, como está pensado evidentemente por la dirección. La sensación de sofoco y angustia que me dio provocó que mi mujer me prohibiera volver a la tienda. Yo no puedo ir nunca más, a riesgo de poner en juego mi matrimonio.[...]
Yo creo que voy a seguir obedeciendo a mi familia (mi hermana también se ha sumado a la campaña para que yo no vaya a la macrotienda, porque no soporta mi permanente desacuerdo con el secuestro), y no pienso volver, salvo extrema necesidad, a la tienda. Me aterra la idea de que el programa sea para siempre. Quiero ir a tiendas de barrio».
Enlace: Catálogo
Para mí son catálogos inútiles. Ni los miro, ni los voy a mirar, aunque ya sé que me puedo perder algo muy interesante. Pero me arriesgo. Un desperdicio de papel. MJ
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