Graciano Palomo es un burgalés un pelín carpetovetónico ("hablo como los del surco", alardea), aunque con una cierta retranca que a Gran Uribe le hace bastante gracia (le recuerda mucho a un primo suyo: J.R.), a pesar de que no esté de acuerdo con muchos de sus puntos de vista (pero sí que comparte plenamente su profundo desprecio a Aznar). Su reino es el programa La noche en 24 horas (edición de los viernes), donde participa en la mesa de debate junto con Antonio Papell (otro favorito de G.U.), el tontaina de Alfonso Rojo y el profesor Julio César Herrero, además del esforzado albaceteño Hervás, que se ocupa de la prensa. Hacía tiempo que le incitaban al susodicho Graciano Palomo a que abriera una cuenta en twitter, algo a lo cual se resistía, no sin razón, pero al final se ha decidido.
Gracias a ello, Gran Uribe ahora está al día de sus artículos en El Confidencial. En el de ayer nos recordaba el día que apareció por allí Pablo Iglesias y se le lanzaron a la yugular, muy especialmente Palomo, que se atrevió a preguntarle varias veces si era comunista, pero el coletas se escurrió como un conejito (a pesar de que esa condición ideológica no constituya ningún delito). Quizá no tiene ideología alguna (solo "el pueblo", "la gente" y todo eso, peronismo puro) o quizá es que, si realmente es comunista, no considera oportuno divulgarlo, vaya usted a saber por qué. El caso es que luego se encargó de que en las redes le pusieran a caldo a Graciano por preguntarle ese detalle (también Elvira Lindo, en EL PAÍS, se ofendió mucho del trato dado a su líder en ese plató y arremetió contra él de manera digna de mejor causa).
Dejemos a Graciano Palomo hacerle a Pablo Iglesias la pregunta del millón de dólares. Dentro vídeo:
«Si se es comunista, yo conozco de primera mano los países donde se ha experimentado esa ideología, se tendrá que estar en contra de la propiedad privada (aunque luego se tamice de mil formas y maneras), de la restricción de una serie de libertades (Lenin a Giner de los Ríos: “¿Libertad? ¿Para qué?”) y en general de una forma de vivir que en nada se compadece con la versión liberal. Alberto Garzón es el más claro: soy comunista, no me gusta la propiedad privada y haré todo lo posible para que la economía española sea nacionalizada en sus aspectos fundamentales. Punto. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad. Llegados a este punto, yo sí sé lo que no quiero». |
Enlace: Estos sí que eran comunistas
Hay que reconocer que es dificilísimo pillarle. Tiene más tablas que Saritísima. MJ
ResponderEliminarGracias, Gran Uribe, por dedicar una entrada a Graciano Palomo, se lo merece porque, ideología aparte, para mí tiene un encanto especial. Y gracias por rescatar un fragmento de la visita de Iglesias al programa, no tiene desperdicio. Yo lo vi esa noche y recuerdo que hubo momentos muy tensos entre el invitado y los periodistas, que al final parecían francamente deprimidos y disgustados por las escurridizas respuestas que había dado el político.
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