viernes, 10 de enero de 2014

Pequeña historia de un día (2)

El sentir de los buenos compañeros...
[...]
 "Pero se lo tiene merecido
quien para enseñar ha nacido
lo mismo Quevedo que Cervantes
a tantos Plateros y Rocinantes".
[...]


1 comentario:

  1. ¡Qué despedida tan entrañable! Supongo, querida Ana, que habrás llorado como una Magdalena...Un besito muy fuerte y que el cariño de los miles de alumnos a los que has ayudado a desasnar a lo largo de tu carrera te acompañen.

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