lunes, 29 de agosto de 2016

Recién regresado de Francia

Recién llegado, en buen estado de salud (aunque "avec un petit bouchon" producido por el enérgico tratamiento farmacológico) y con el ánimo renovado. Tras un viaje fresco y tranquilo, he aquí algunas impresiones de urgencia, un poco casolanas y sin ánimo exhaustivo, respecto a las diferencias observadas durante esta semana respecto a España:

Le "français moyen" es bastante similar al "espagnol moyen" (el "secante", un término de la jerga familiar), pero mucho más discreto y menos ruidoso e invasivo, en general. Además, no deja el suelo de los bares lleno de palillos, servilletitas de papel pringadas y cascarujas de mejillón, tal que parece 'mismamente' que uno esté pisando huevos.

Por lo demás, aunque el paisaje de España le impacta más —por adusto—, ha llamado la atención de Gran Uribe que en una semanas ha visto solo tres construcciones rurales feas y descuidadas (aquí éstas son mayoría) y solo unos cuantos cables de tendido eléctrico por carreteras y pueblos (aquí hay muchos, sobre todo en Ibiza). Los polígonos industriales son muy correctos, parecen bien diseñados, y las afueras de las poblaciones están bastante cuidadas, cosa rara aquí.

Casi nadie que esté de vacaciones consulta el móvil ni en los bares ni por las calles (aquí... ni te cuento). En cuanto a las carreteras (además de la ausencia de torres de alta tensión y postes diversos ya citada), solo unos pocos motoristas (aquí son mogollón) y unas dos decenas de coches que no fueran de marca francesa —Renault, Citroën o Peugeot. Además, todo el mundo respeta los límites de velocidad establecidos.

Eso sí: banderas francesas por doquier y nadie se avergüenza de ello. Da la impresión de un Estado más sólido, culto y mejor "amueblado". En este aspecto, produce un poco de envidia, la verdad.


5 comentarios:

  1. Y si te descuidas sales del local con servilletas de esas enganchadas en los zapatos. La gente no tiene reparo en tirar esas cosas al suelo y los propietarios de esos sitios no consideran necesario pasar la escoba.
    Respecto a los aspectos que usted señala, estoy de acuerdo en general, y le doy mi opinión de por qué ocurren esas cosas:

    Según tengo entendido, allí se gastan dinero en enterrar cables, líneas eléctricas, etc. y se exige a las eléctricas que lo hagan.

    Lo de los polígonos es una cuestión de cultura y buen gusto por tener el territorio en condiciones. Se destina el espacio, se vigila que haya zonas libres ajardinadas y se exige que las edificaciones tengan un cierto nivel: no basta con cuatro paredones, un techo y un portón como en España.

    Por otro lado, saben de la importancia de la agricultura y no es fácil encontrar tierras abandonadas: casi todo el territorio está cultivado o hay montañas y bosques.Los agricultores saben que es su medio de vida y por eso lo cuidan todo al máximo, incluso las construcciones agrícolas. Por otra parte, el Estado les protege y potencia.

    En cuanto a las motos, pienso que el clima incita menos a su uso que en España o Italia.

    Los franceses son bastante conservadores y respetuosos con la autoridad, pero también, en general, excelentes conversadores y quizá prefieren estar con los amigos charlando que navegando cada uno por su mundo con el móvil. No sé...

    Muchas gracias
    F.G.

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    1. Totalmente de acuerdo con las observaciones de Gran Uribe y las explicaciones de F.G. Son cosas que uno observa nada más traspasar la frontera y a uno, que es tímido, se la cae la cara de vergüenza. Y en el tema concreto de las compañías eléctricas, en España hacen lo que les da la gana, sin respeto ninguno al paisaje, al medio ambiente ni a la madre que le parió. Concretamente, estos días en Ibiza se está hablando bastante del tema, por un proyecto de Endesa que va a llenar parajes protegidos de cables de alta tensión de considerable altura. Y por lo que veo, ni las protestas vecinales, ni de los ayuntamientos de la isla (por una vez unidos, con independencia de color político) lo van a poder evitar. Y eso, en una isla que vive casi exclusivamente del turismo y en la que los políticos se llenan la boca hablando del dichoso "turismo de calidad"...
      El Tapir

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    2. Como el lector "avisado" habrá sin duda perdonado, donde dije "cables de alta tensión" quise decir "torres de alta tensión". Perdón por el lapsus,
      El Tapir

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    3. Perdonado está. Esas cosas pasan en las mejores familias. Por cierto, ¿pudo regresar con su maleta a Ibiza o todavía está danzando por ahí? Lo que le pasó a usted son cosas del destino... y de Vueling.

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  2. La tarde en que volvíamos a Ibiza (domingo 28) nos llamaron diciendo que nuestro equipaje ya estaba en camino hacia la dirección de Barcelona que habíamos proporcionado. Bueno, pues resultó ser cierto, pero a medias, ya que sólo llegó una maleta, en lugar de dos. Como sea que nuestro avión de vuelta salía a las nueve, llamamos a Iberia para decir que recogeríamos la otra mitad del equipaje (si es que la tenían) en el aeropuerto. Salimos hacia el aeropuerto con más de tres horas de anticipación, por si había problemas. tras cerca de una hora de espera en la oficina de "Lost & Found", por fin apareció nuestra maletita, de manera que llegamos con el tiempo justo para facturarla antes de que se cerrara el vuelo. ¡Vueling aprieta pero no ahoga! En definitiva, nos quedamos sin boda, que era el único propósito del viaje y sólo nos queda añadir, "¡menos mal que no éramos los novios!" (y, nuevamente, ¡Vueling aprieta pero no ahoga!)

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