LOS PELIGROS DE SER CHINO (1)
[De una fotografía de Bernardo Pérez] |
Gracias a una aplicación de traducciones, fue posible reconstruir la odisea del mochilero chino, a quien le habían robado la billetera en la ciudad de Heidelberg (oeste), y que en realidad pretendía continuar su viaje hacia Francia e Italia, había informado previamente el diario local Dülmer Zeitung.
Al parecer, en vez de caer en una comisaría, aterrizó en una oficina pública donde le entregaron los formularios para presentar una petición de asilo. Posteriormente, el turista chino fue trasladado a un centro de acogida provisional en la ciudad de Dortmund, donde tuvo que entregar su pasaporte y su visado. Sólo al llegar al albergue en Dülmen, donde fue registrado como refugiado, pudo finalmente dar por terminada su odisea».
Pobre chino, debía de alucinar. Mira que no tener ni un traductor, ni nadie que hablara chino en esa oficina pública o en cualquier otro sitio. Vamos, lo justo para entenderse. Debe de ser que en Alemania hay muy pocos chinos.
ResponderEliminar¡Pobre chinito! Los alemanes, siempre tan perspicaces ellos, no se han enterado todavía de que no hay chinos refugiados, como no hay chinos pidiendo limosna en ninguna parte.
ResponderEliminarnvts