LOS PELIGROS DE SER CHINO (2)
Visto lo visto, tal vez debamos empezar a hablar de la flema china como versión mejorada de la flema inglesa. Quizás un influjo de la filosofía taoísta o, tal vez, que los chinos son más tontos de lo que creíamos. Empezamos esta semana con la noticia del turista chino que pasó 11 días en un centro de internamiento de refugiados en Alemania por no ser capaz de decir “oiga, que me han robado la cartera” y la cerramos con este otro chino que, por no llevar la contraria, fue operado de unas hemorroides que no tenía mientras esperaba el nacimiento de su churumbel en la sala de espera del hospital.
Leemos en La Vanguardia de hoy:
«Acudió al hospital para vivir el nacimiento de su hijo y acabó operado de hemorroides por error. El padre tenía el mismo apellido que el paciente que realmente debía ser intervenido. Esto junto con los nervios del momento derivó en una operación innecesaria.
Tranquilos: la operación de almorranas a Wang fue todo un éxito |
”Sentí que era extraño y pregunté por qué. Me respondieron que hiciera lo que me decían”, ha explicado Wang. Posteriormente, siempre según el relato del afectado, lo anestesiaron y operaron. Y mientras se producía la intervención, su mujer daba a luz mediante cesárea. Según ha explicado el paciente, escuchó el llanto de su hijo y quiso tomarlo en brazos pero no pudo porque “empecé a sentirme dolorido”.
El centro hospitalario se ha disculpado con Wang y le ha ofrecido una compensación económica de 5.000 yuanes (650 euros)».
Bueno, la operación debió de ser todo un éxito, porque en la foto parece que todos estén contentos, el operado y el equipo médico. La compensación económica, de risa.
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