domingo, 13 de diciembre de 2015

Ya de vuelta de Madrit

Pues sí, viejo Tapir. Gran Uribe, al darse la vuelta en el bar de la Plaza Mayor, vio ¡a Rufián!, que había pedido lo mismo que menda. Los míticos bocadillos de calamares, para variar, tampoco son lo que eran. Además, se agradecería más generosidad en el riego con ese rico aceitito de la fritura. No hubo posibilidad de tomar esa "relaxing cup of coffee in plaza Mayor" (sic, Ana Botella) que nos recuerda usted en su comentario, porque esa plaza estaba tomada por un complejo batiburrillo de belenistas, sujetos disfrazados de Mickey Mouse y feriantes de variado pelaje.

Pero, en fin, ha sido una magnífica oportunidad para comentar con Rufián la actualidad política y establecer sinergias. La verdad es que es un baranda bastante curioso, y creo que se está adaptando bien a Madrit. Al parecer, coincidimos también en la cafetería del Prado y en la azotea del Círculo de Bellas Artes, lugar que le encantó (a Rufián, naturalmente). Ese sujeto nos dará momentos de gloria, sin duda.

Por eso, dado que hoy teníamos ambos que regresar a Barcelona ¡qué mejor que hacerlo juntos! El tráfico hoy domingo era escaso y un lujazo circundar esa imperial Puerta de Alcalá —mandada levantar por el rey Carolo III— a bordo de un coche que es otro lujazo. Se lo recomiendo a El Tapir (el coche y el paseo, aunque quizá mejor sin el mencionado Rufián).

Saliendo por la Puerta de Alcalá con Rufián, camino de Barcelona / [granuribe50.blogspot.com.es]
'La puerta de Alcalá' (Mendo—Fuster)
Víctor Manuel y Ana Belén



Respecto a la ciudad, la verdad es que es fenomenal recorrerla en taxi o en lo que antes se llamaba "coche particular", a pesar de que el tráfico está fatal y se cierra el centro a la circulación cada dos por tres. Pero es una población de grandes distancias, con plazas, edificios y monumentos magníficos que agradecen esa visión itinerante. El turista de a pie lo pasa mal en ella y el que va en metro, peor todavía (porque además no ve nada de todo eso).

Paseo del Prado (Madrid)En cuanto al tema guiris: muchos menos que en Barcelona. El turismo extranjero —por lo poco que ha podido observar quien esto escribe—es más bien de tipo cultural (no hay ni cruceros, ni playas, ni Barceloneta, ni Ramblas) y hay una oferta grandísima en ese campo, acumulada en un radio de medio kilómetro (el Reina Sofía, CaixaForum, el Prado, la Thyssen, el Círculo de Bellas Artes y ahora también el CentroCentro Cibeles, además del Retiro, el Jardín Botánico, los libros de ocasión de la Cuesta de Moyano, etc.). Aunque solo fuera por eso uno volvería aquí cada dos por tres, si pudiera.

Y ahora no hablamos sólo de la gente que vive allí. Nos referimos también al turismo nacional: es variopinto, "gente de todas las regiones" (como diría Alfonso Carlos, un pariente de Gran Uribe), "grullos" en cantidad y también gente "pera". Casi todo el mundo está muy fastidiado, naturalmente, pero visto todo ello desde fuera, le da a uno la sensación de estar en una ciudad abierta y alegre, en una ciudad plural y libre.

Pero ese lento proceso de deterioro y de vulgarización de espacios sigue su curso como en Barcelona, en eso sí que se parecen mucho, y deja sumido a Gran Uribe en un profundo desánimo.

2 comentarios:

  1. No se desanime, Gran Uribe. Siempre quedarán lugares que conservan su gracia. (¿Dónde?) Quizás en estas fechas con el cuento de la Navidad la cosa se exagera un pelín mucho. ¡Qué casualidad encontrarse con Rufián, contactar con él y hacer el viaje de vuelta juntos! Me lo creo porque lo dice usted, pero me cuesta creer que no sea un pelmazo. MJ

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora en serio. También creo que hay cosas bien bonitas en Madrid y comparto sus impresiones sobre la ciudad. MJ

      Eliminar