El PSOE, las pirañas y el sabihondo mequetrefe

La situación en el PSOE no es envidiable. En el fondo, constituye un nuevo éxito del trilero, que no contento con haberse cargado CiU, PSC, etc., etc., etc., ahora la emprende con la CUP y el PSOE. En este último caso, por el asunto del "derecho a decidir", esa especie de chorrada que se inventaron en Cataluña para camuflar lo del derecho de autodeterminación, tal como reconocía el ideólogo de Convergencia Agustí Colomines en un vídeo que fue viral en su momento.

El caso es que ahora ese presunto derecho está en el eje también de la política (por llamarla de alguna manera) española. Sánchez está metido en una bañera llena de pirañas, y una de las más peligrosas es Susana Díaz, aunque no la única.

Propuesta de imagen corporativa para el PSOE / [granuribe50.blogspot.com.es]

Gran Uribe lamenta esta situación, porque debe reconocer (aunque no quede muy bien decirlo) que no le seduce nada Podemos (especialmente "el coletas", ese sabihondo mequetrefe), una gente que está al acecho para zamparse los restos del PSOE cuando se rompa. Quizá por ello está bastante de acuerdo con una Carta al Director de EL PAÍS de hoy.

Poli bueno, poli malo «Si Podemos elimina las líneas rojas que impiden al PSOE pactar con ellos, la formación de un Gobierno PSOE-Podemos podría ser una realidad, pero el futuro de los socialistas sería muy negro. En ese Gobierno, el PSOE, para cumplir con Bruselas, tendría que tomar medidas duras (o al menos incumplir en parte su programa) y hacer de poli malo, mientras que Podemos haría de poli bueno hasta convertirse en el referente de la izquierda. Cuando Podemos lo considere oportuno romperá el pacto y se convocarán nuevas elecciones, y entonces la izquierda votará a Podemos. Si ahora se convocan nuevas elecciones, el PP recibirá más votos de la gente asustada por la inestabilidad y Podemos seguirá sumando votos. Los socialistas no tienen otra salida que la gran coalición, en la cual el PP sea el poli malo y ellos actúen de poli bueno para volver a captar los votos fugados». Pedro Morante Gutiérrez