Rufián, el poeta del olivo

Gabriel Rufián es, sin duda ninguna, la figura de esta campaña. Un baranda espabilado que ha conseguido infiltrarse en Esquerra Republicana, vía +Súmate, y que cuenta con el aval de Oriol Junqueras, su descubridor de cara al 20D. En él quizá ha visto una persistencia percuciente modelo Caterpillar similar a la suya (véase el primer poema de la imagen adjunta). Se dice que tiene buenos puños y los utiliza sin rubor cuando lo cree necesario. Bueno, el caso es que ha estado en Madrid buscando piso y, dada su vasta cultura, ha aprovechado para visitar el Prado y el Círculo de Bellas Artes.

Este sujeto tiene un pasado laboral confuso y nadie ha encontrado en las redes ninguna huella anterior a su irrupción en la primera línea política. Se sabe, eso sí, que es un inspirado vate que se autodenomina "El poeta del olivo", quizá porque ganó un premio de poesía en 4º de ESO (por Sant Jordi, claro) y su abuela era de Jaén. También se sabe que conoce a fondo la obra de Óscar Wilde y Eduardo Galeano.

Hay quien dice que su elección (aparte de por ser charnego y hablar en español mejor que Tardá—no es difícil—) está relacionada con su lejano parecido físico con Brad Pitt, en moreno. Eso podría atraer al público femenino que todavía sea escéptico con el prusés. Junqueras, al menos, lo ha entendido así: apuesta arriesgada que nos dará momentos de gloria.

Gabriel Rufián, El poeta del olivo / [granuribe50.blogspot.com.es]

Del estilo retórico de Rufián, Sergi Pàmies ha escrito en La Vanguardia:
"Tiene una cursilería low cost con toques de confucianismo de bazar que, si el espectador supera los primeros segundos de vergüenza ajena, puede degenerar en ternura. Hay que aplaudir el humor de los ingenieros que le diseñaron los terminales del habla. Le proporcionaron un talento compulsivo para recitar poemas voluntariamente trascendentes e involuntariamente autoparódicos. Unos poemas que alternan las parábolas agnósticas y un lirismo que, siendo indulgentes, deberíamos situar entre Miguel Hernández y Melendi ".

Dice Cristian Segura en EL PAÍS:
«El Rufián de febrero de 2014 ya perfilaba su estilo Paulo Coelho, pero también decía cosas de una contundencia cupaire que no ha vuelto a aplicar, por el bien de Junts pel Sí. "Yo voto por un país que no esté patrocinado por La Caixa. Yo voto por un país que no tenga a Mas I de rey. Yo voto por una banca nacionalizada ". "El independentismo siempre podrá estar orgulloso de cómo fue capaz de aglutinar gente tan diferente que sólo compartía una cosa: la decencia". El personaje que ha creado lo ha autodenominado como "el poeta del olivo", por sus raíces granadinas y jienenses.

Como nadie conoce mucho Rufián, el foco mediático se ha centrado en sus méritos profesionales. Asegura que ha trabajado de mozo en una feria, en El Corte Inglés y H & M. Hace diez años entró a trabajar de becario en una empresa de recursos humanos especializada en el sector metalúrgico. Su momento más polémico de la campaña ha sido a raíz de unas declaraciones a La Vanguardia en la que dijo: "En estos momentos estoy cobrando el paro, tuve que dejar el trabajo para dedicarme a eso". Como sólo puedes cobrar el paro si te despiden, Rufián tuvo que rectificar y decir que él no dejó el trabajo, que lo echaron porque dedicaba demasiado tiempo a la liberación nacional. Rufián se niega a desvelar el nombre de esta empresa "por acuerdos de confidencialidad"».

'Andaluces de Jaén' (Miguel Hernández—Paco Ibáñez) Paco Ibáñez (François Rabatt, violonchelo) (1967)

Enlace: L’enigma Rufián
Enlace: Rufián no es de los nuestros
Enlace: Marchando una de macarras

«Gabriel Rufián es, sin duda, un síntoma y reflejo de aquello en lo que están convirtiendo Cataluña los separatistas. Rufián es una especie de timador recién salido de una película de López Vázquez y Gracita Morales, un caradura armado de desfachatez capaz de vender a quien sea para seguir viviendo del cuento. Como todo farsante, tiene una imagen pública cuidadosamente diseñada para ocultar la realidad, bastante más cutre. Ahora, en un intento más de crear una imagen simpática, acaba de afirmar que es aficionado del R.C.D. Español porque “siempre voy con el más débil”. Gabriel, no nos engañas, tú estás con los fuertes, con ellos puedes vivir mucho mejor de lo que nunca habías imaginado» [DC]