Hará cosa de diez días Gran Uribe emprendió un viaje virtual a Madrid, a instancias de Gabriel Rufián y los amigos de ERC. El caso es que ahora le han entrado muchas ganas de completar esa absurda aventura con una escapadita de verdad, con cara y ojos. Y en ello estamos. Seguiremos en contacto, aunque sea utilizando la wifi del móvil.
Hermoso coche, Gran Uribe, se nota que el futbol y el blog da para vivir.
ResponderEliminarDele recuerdos de mi parte a Gabriel Rufián, candidato a la presidencia del gobierno de España. Ah, por cierto, cuando usted jugaba como interior del Athletic no tenía un coche tan chulo. Se ve que ahora le van mejor los negocios.
ResponderEliminarEl Tapir
Pues sí, los negocios van bien y esto del blog marcha viento en popa. Pronto podré contratar a algunos empleados (informáticos, diseñadores web, artistas, polítólogos, huelebraguetas, "tocacollons" diversos, etc.) que me ayuden, porque esto da mucho de sí y es muy absorbente, un auténtico sinvivir... Ahora mismo, aquí por Madrid intentando localizar a Rufián, que sé que está buscando piso. ¿Ustedes creen que esto es plan?
EliminarEn cuanto al coche, pronto lo renovaré. Si a usted le interesa, Tapir, se lo puedo ofrecer a buen precio. Me parece que no lo han involucrado (todavía) en el Dieselgate como —por desgracia— está el suyo.
Qué envidia, gran Uribe, su viajecito a Madrid. Espero y deseo que no se le amargue la estancia con encuentros desagradables y no localice usted a Rufián.
ResponderEliminarEl coche, una pasada, desde luego, pero deje el blog como está y no nos lo toque, por favor. No vaya usted a quitarle su gracia, que es mucha,y hasta su esencia con esos empleados que nos promete.
¡Qué suerte Gran Uribe! Menudo cochazo. Que lo pasen muy bien. Pues yo hoy, me voy a hacer un bocadillo de calamares, que me chifla, ya que no puedo ir ahí. A usted no sé si le gusta ese bocata, pero creo que es otra de las cosas buenas de Madrid. MJ
ResponderEliminarA mí sí me gusta. Y no lo conocí en Madrit, sino en un bar que había cerca de la escuela de Arquitectura de Barcelona, cuya especialidad era precisamente esa, el bocata de calamares. Allí hacía alguna escapadita de vez en cuando el entonces joven Tapir. Claro que de eso hace ya medio siglo. Jope!!!
EliminarEl viejo Tapir
Bueno, bueno, palabras mayores el bocata de calamares. Gran Uribe lo tomaba en la Plaza Mayor de la Villa y Corte siempre que venía por aquí. Lo que ocurre es que hoy en día no suele acudir a ese lugar, cuyo ambiente ha cambiado mucho con los años. Pasa como en Barcelona con la Plaza Real o las Ramblas, por ejemplo.
EliminarPor cierto, viejo Tapir, Yo también conocía ese bar, pero no recuerdo su nombre. ¿Podría usted refrescarme la memoria?