lunes, 8 de diciembre de 2014

Racionero y los andaluces

Al hilo de que Susana Díaz no es partidaria de la independencia de Cataluña, el pelotilla Luis Racionero elabora un discurso que está muy acorde con su categoría intelectual y humana.

Luis Racionero[...] «Para que ellos los reciban, otros los deben entregar. Catalunya representa el 21% del PIB español, pero recibe del Gobierno el 9% del presupuesto: la diferencia va a la solidaridad y la igualdad que Díaz reclama para ellos pero no ejerce con los demás. ¿Quién es más solidario, el que paga o el que lo gasta? ¿Quién es más socialista, el que da o el que toma?
De joven fui admirador de Andalucía y su ideal vegetativo, como lo teorizó Ortega en un gran ensayo suyo, ahora ya no me hace ninguna gracia, menos aún Cádiz que, como son los más graciosos tienen un 47% de parados, supongo que para darles tiempo de componer chirigotas. Nadie más partidario que yo de una cultura dedicada al ocio, de repartir el trabajo para que todos trabajemos menos horas y de dejar el esfuerzo a las máquinas. Pero, igual que se deben repartir los tiempos, se deben repartir los espacios, y no es solidario que unas regiones se dediquen al ocio y otras al trabajo: han de ser todas iguales, como le gusta a la señora Díaz».


10 comentarios:

  1. Lo primero que habría que señalarle al señor Racionero es que a los "aceituneros altivos" de Jaén les dedicó un maravilloso poema Miguel Hernández, no García Lorca, como él asegura. Un poco de documentación no le vendría mal, y un poco más de sensibilidad, tampoco. Confundir el ocio con los porcentajes de paro, en un país asolado por el desempleo, me parece bochornoso e imperdonable, y un insulto para las familias que lo sufren.
    Pero, por lo visto, ese señor sólo sabe tirar de tópico y le falta, además de sensibilidad, una visión más certera y cercana de la realidad que vivimos.
    Esta anónima no quiere añadir más. Está indignada, y cabreada.

    ResponderEliminar
  2. Este individuo, en su momento, tuvo un cierto prestigio. De unos años a esta parte lo ha ido perdiendo a pasos agigantados, y no sin razón; basta leer alguna de sus últimas colaboraciones, como el artículo que reproduce parcialmente Gran Uribe y que yo asocio al más rancio reaccionarismo de corte "convergente" (de Convergencia). Hay maneras más provechosas y divertidas de perder el tiempo que leyéndole a este tío. Saludos,
    El tapir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gran Uribe recuerda a ese sujeto en los primeros años setenta (del pasado siglo, naturalmente). Acudía a dar unas clases de urbanismo (titular: Ribas Piera) al colegio mayor Raimundo de Peñafort, ya que la Escuela de Arquitectura estaba cerrada (por Franco, para entendernos). El hombre venía de Berkeley ungido de ideas contraculturales, claro.
      A un compañero de quien esto escribe le sedujo su ideario hasta tal punto que se presentó a él. Éste le invitó a un "party" en su casa, creo recordar que de Vallvidrera. Lo que me contó es que en el pisazo del sujeto en cuestión no había ni un solo mueble. Todo eran alfombras, almohadones, tapices, velas encendidas por todas partes y olor a sándalo, incienso o algo así. El hombre, que vestía una especie de túnica larga "como de aquí a Gelida" departía con todos sentadito en el suelo, con las piernas cruzadas en postura de hacer yoga o como un pequeño Buda.
      Bueno, ahora ese tipo, que se las daba de filósofo, echa en cara a los andaluces la cultura del ocio, entre otras lindezas.

      Quizá en el trasfondo de todo lo que está pasando lo que planea es que sigue plenamente operativa aquella filosofía catalana tan antigua que dice : "si una peseta puede estar en mi bolsillo que no esté en la de otro, y menos si es un andalus o murcianu gandul".
      O sea que ¡ojo al dato! Leer a esos sujetos no es perder el tiempo: arroja luz sobre el asunto.

      Eliminar
    2. No conocía esta anécdota de su amigo, admirador de Racionero, pero sí recuerdo que tenían boquiabiertos a bastantes "pardillos" (en aquella época, todos los fuimos un poco) que veían en él y en las novedosas ideas contraculturales (eran los años dorados de la contracultura de la costa oeste nortamericana) un soplo de aire fresco en la rancia universidad española... La anécdota es francamente graciosa y no sé por qué pero me ha recordado un poco a la aguda y divertida comedia de Fernando Trueba, "Ópera prima"... Y desde luego estoy con usted, Gran Uribe, en que "quins pebrots" que esto lo venga a decir nada menos que un sujeto como Racionero... Saludos, y gracias por la anécdota,
      El Tapir

      Eliminar
    3. Esa gente tenía su prestigio, sin duda, y vivían bien a causa de ello. Pániker (una buena casa en Pedralbes, de Ballesteros, Cardenal y la Guardia), Rubert de Ventós, Racionero y otros gurús diversos fueron cambiando con el tiempo el rumbo de su timón.
      En fin, una de las cosas malas —o buenas—de tener años es que todas esas cosas ya las vimos y si vuelven a suceder podremos decir como el abuelo cebolleta: "Això ja va passar a l´any xxxx..."

      Eliminar
    4. Recuerdo perfectamente al sujeto en cuestión. Era vecino mío en el Putxet, allá por los primeros setenta. Efectivamente vestía con túnica (la recuerdo morada) y babuchas y se rodeaba de puffs y almohadones, muchas velas, música indú, incienso...en fin, toda la parafernalia hippy de aquellos años. Se le había quedado de Berkeley, supongo. Obvio el resto de su peripecia vital y política, que también tiene bemoles y que es de sobras conocida. Y este pollo es el que escribe y habla por radio de los andaluces gandules, en contraposición a los industriosos catalanes. Aquí, amigo mío, nos conocemos todos, como decía mi padre.
      nvts

      Eliminar
    5. Vaya, no sabía que vivía en el Putxet. Supongo que era también habitual en el bar del banderillero Enrique, lugar donde se juntaba todo tipo de especímenes.
      Luego se casó con la doctora Ochoa, que hizo bien en separarse de ese sujeto porque acabó pillando a —ese sí— una buena pieza: el señor Foster, hombre elegante (no creo que llevara la misma chilaba que Racionero) y con los riñones bien forrados.

      Eliminar
  3. Cabría añadir al deprimente artículo del señor Racionero que la cultura del ocio, a juicio de muchos, y al mío también, quienes más y mejor la desarrollan son los que más y mejor trabajan. Si pueden, claro.Eso en primer lugar.
    Y en segundo lugar, preguntarle, por si lo había olvidado, "quién levantó los olivos" en Cataluña. "No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor", dice el poeta, "sino la tierra callada, el trabajo y el sudor". ¿Ha olvidado también el trabajo y el sudor de todos los andaluces que han ayudado a levantar los olivos catalanes?
    Parece que sí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es otra. Ese sujeto lo ha olvidado, pero no es el único.
      En fin, lamentable y deprimente ese artículo, aunque arroja una luz que nos ayuda a aclararnos un poco de quién es quién y ciertos porqués.
      Gracias por su aportación.

      Eliminar