A partir de su amor al lenguaje, el autor de este corto estudia la carrera de Traducción e Interpretación, viaja a Japón y Estados Unidos, y allí sigue un curso de dirección de cine (este es su ejercicio final de ese curso). Ahora se gana la vida como doblador de películas y traductor de guiones.
A pesar de la ESO y todo eso, valga la redundancia, el alumno que vale, vale...
Precioso. Un magnífico trabajo. Bien estructurado, bien contado y con su toque lírico en el punto justo. Impecable. No se puede pedir más. El chico vale, desde luego. Y ha sobrevivido a la ESO, que ya es valer… Buena madera.
ResponderEliminarEl mundo de la enseñanza tiene sus compensaciones, sí señor. Siempre. Y ese chico tuvo muy buenos “profes”, que esta anónima lo sabe bien. Este vídeo, un honor y un orgullo para ellos. Para los demás, una gozada.