«Es sabido que este es un país deliberadamente desmemoriado, por la cuenta que le trae. También que es un país de extremos, y que muchos de sus habitantes pasan de uno a otro sin efectuar el recorrido, sin que los veamos desplazarse. Están en un lugar y de pronto en el contrario, sin explicaciones, sin evolución, sin proceso. Fueron numerosos los falangistas que de golpe pasaron a ser comunistas, y algunos de éstos se tornaron, luego, repentinamente anticomunistas y a veces de extrema derecha.[...]
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Pero la absoluta falta de escrúpulos de los actuales dirigentes pasa por encima de eso: como no pueden protestar por la utilización tendenciosa de sus rostros y nombres, se los convierte en acólitos póstumos de Mas y Junqueras, con el permiso de sus respectivas, frívolas familias.
Artur Mas, con Pau Casals y Vázquez Montalbán, en la campaña de la ANC "Ara és l´hora: votaré per tu" |
Pero no son sólo los individuos quienes dan saltos acrobáticos, también las colectividades. Ahora hay un clamor contra la corrupción, y bien está que así sea. Hace sólo tres años, sin embargo, a la mayoría de los españoles eso les traía sin cuidado (basta comparar las encuestas sobre las “mayores preocupaciones” de entonces y ahora). Y además no era raro que se admirase y envidiase al corrupto, al “listo”, al “pícaro”, y parte de la población aspiraba a verse en una situación o en un puesto que le permitiera corromperse y sacar ella también tajada. [...]
Ese tipo de corrupción –quién lo contrata a uno, quién le paga, de quién acepta un premio, para quién trabaja uno (y por tanto a quién beneficia)–, de momento no existe para los españoles. Acaban de descubrir la otra, la más flagrante e hiriente, y me temo que solamente porque padecen una crisis económica que vuelve a la gente susceptible. De no haberla, lo más probable es que la corrupción siguiera ocupando un irrelevante puesto entre las preocupaciones nacionales, y que muchos de los indignados de hoy estuvieran haciendo cola a ver si les caía algún maletín o sobre. Y puede que dentro de bastantes años se escandalicen de los que ponen su talento, propaganda o saber al servicio de regímenes podridos, opresores, teocráticos o totalitarios. España siempre llega a todo tarde y con olvido».
Enlace: Siempre tarde y con olvido
Espero que las fotos de arriba sean meros fotomontajes, sin base real. No me puedo creer (o tal vez sí) que Mas haya tenido el morro de fotografiarse con Vázquez Montalbán. De ser así, éste debe estar sacando serpientes por la boca desde la tumba... ¡Qué desfachatez!
ResponderEliminarEl Tapir
Esa foto existe, lo crea usted o no, aunque Gran Uribe no la ha podido localizar en Internet. Por ello ha aprovechado la de Pau Casals, del mismo formato, para incluir una entrañable escena del pobre Montalbán con su perrito (en la original no había perro).
EliminarNo sea usted incrédulo. Los que vivimos por aquí hemos visto muchas cosas de estas, pero las olvidamos rápidamente. El artículo de Marías me ha traído a la memoria alguna de esas.
Pues ya se lo puede Vd. ir creyendo, porque esa apropiación de los muertos se ha producido y reproducido por las teles durante las semanas de preparación de la mierdi-consulta del 9N. Y no sólo de Vázquez Montalbán y Pau Casals. También de Alfonso Carlos Comín, de Gutiérrez-Díaz, de Paco Candel, etc., etc. La desfachatez del nacionalismo no tiene límites.
Eliminarnvts
¿Y nadie, aparte del Gran Uribe, les afea esa conducta? ¡Qué sinvergüenzas...!
EliminarEl Tapir